El senador Barack Obama trata de terminar con las expectativas de Hillary Clinton en la interna presidencial demócrata, ante las primarias clave del martes en Texas y Ohio y en momentos en que el futuro de la campaña de ésta es cuestionado desde varios sectores.
Obama dijo por primera vez que la ex primera dama no tendrá otra opción que renunciar a la carrera por la candidatura demócrata si él tiene un buen desempeño en las internas del martes.
"Si nos va bien en Texas y Ohio, pienso que matemáticamente las cifras llegan a un punto en el que a ella le va a ser difícil ganar la candidatura, y tendrán que tomar una decisión respecto a qué tanto quieren seguir con esto", dijo Obama a ABC News.
"Yo diría que va a haber gente que querrá terminar con esto de una u otra forma, porque (el prácticamente seguro candidato republicano) John McCain ya está en la cancha", agregó.
Sin embargo, Hillary Clinton endureció su discurso el lunes en una conferencia de prensa, afirmando que recién "calentó motores" y prometió dar pelea hasta las primarias de Pennsylvania a fines de abril.
"Pienso que mañana (martes) nos va a ir bien. Pienso que va a ser un mensaje muy significativo para el país, y después de eso seguiremos con Pennsylvania y los siguientes estados", declaró.
Interrogada sobre qué consideraría que sería un éxito el martes que le permitiera seguir su competencia interna por la candidatura demócrata, Hillary Clinton contestó: "Ganar".
Sin embargo, el problema para su campaña es que victorias ajustadas no serán suficientes para recuperar la ventaja de Obama de 150 delegados para la Convención en la que los demócratas nominarán a su candidato. Los delegados son otorgados por lo general proporcionalmente en función de los resultados de la interna de cada estado.
El domingo, a bordo de su avión de campaña, Clinton había sido menos firme en sus pronóstico para un día en el que también hay internas en los estados de Rhode Island y Vermont.
"Voy a tratar de hacerlo lo mejor posible el martes, y después de eso veremos qué pasa", dijo la ex primera dama, que quisiera ser la primera presidenta de Estados Unidos.
Mientras, una encuesta de la Universidad Quinnipiac en Ohio la mostró ganándole a Obama por sólo 49% de las intenciones de voto contra 45%, siendo que el 14 de febrero su ventaja era de 21 puntos.
Por su parte, Obama gana en Texas por 46% contra 45%, según la encuesta de McClatchy Newspapers, MSNBC y Fort Worth Star-Telegram.
Clinton se levantó antes del amanecer este lunes para hacer campaña, y estuvo en el ingreso de obreros a la planta de la constructora de autos Chrysler en Toledo (Ohio).
"Hola. Mañana necesito su ayuda", decía, junto a puesto de rosquillas cerca de la entrada de la planta, a los trabajadores que pasaban.
El diario Los Angeles Times informó este lunes que altos miembros de la campaña Clinton ya se echaban la culpa entre ellos tras los 11 triunfos seguidos de Obama en las diversas internas estatales.
El diario afirmó haber descubierto una serie de "luchas entre pequeños feudos entre los principales militantes" y afirmó que el principal estratega de Clinton, Mark Penn, dijo que "no tiene autoridad directa en la campaña".
"Nunca tuve palabra ni actividad en cuatro áreas clave: el presupuesto financiero, el destino de recursos y aspectos políticos u organizativos", afirmó Penn en un email al diario.
Por su parte, el ex candidato presidencial demócrata Bill Richardson, que aún no dio su apoyo a ninguno de los dos pre-candidatos, dijo el domingo que el que tenga más delegados tras las internas de Texas y Ohio debería ser nominado.
"El día 'D' es el martes. Tenemos que tener una campaña con todas las letras a partir del martes", declaró a CBS.
El último conteo de delegados a la convención demócrata --realizado por RealClearPolitics luego de cada interna estatal-- muestra que Obama va primero con 1.389 contra 1.279 de Hillary Clinton.
Para ganar formalmente la investidura demócrata un precandidato necesita alcanzar un total de 2.025 delegados.
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