Política

Muerte de Reyes en Ecuador aumenta tensión entre Colombia y sus vecinos

La operación colombiana en que murió en Ecuador el número dos de la guerrilla de las FARC, Raúl Reyes, tensionó la relación con los países vecinos que acusan al presidente Alvaro Uribe de optar por el camino de la guerra, especialmente Venezuela que cerró su embajada en Bogotá y movilizó tropas hacia la frontera.

Reyes murió el sábado en un bombardeo de aviones colombianos sobre el campamento en que dormía en territorio de Ecuador, según el gobierno colombiano que calificó el hecho como "el mayor golpe" dado a las marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en más de cuatro décadas.

El presidente ecuatoriano Rafael Correa llamó a consultas a su embajador en Bogotá y pidió al gobierno de Uribe que se disculpe por la violación de la soberanía de su país, mientras su ministro de seguridad, Gustavo Larrea, calificaba el hecho como "el atentado más grave contra la soberanía ecuatoriana cometido por Colombia al menos en lo que va del siglo".

Pero la reacción más fuerte provino del presidente venezolano Hugo Chávez, quien ofreció su apoyo a Correa, cuestionó el hecho de que tropas colombianas se adentraran en Ecuador, ordenó el cierre de su embajada en Bogotá y anunció la movilización de 10 brigadas militares hacia la frontera.

"Nosotros no queremos guerra, pero no le vamos a permitir al Imperio (Estados Unidos) ni a su cachorro que es el presidente (de Colombia, Álvaro) Uribe que nos vengan a debilitar", apuntó Chávez.

Las relaciones entre Colombia y Venezuela se encuentran seriamente agrietadas desde que el presidente Uribe ordenó el 22 de noviembre suspender la mediación que había enconmendado a Chávez para realizar un canje de rehenes en poder de las FARC por rebeldes presos.

Chávez calificó como una masacre el operativo en el que murieron Reyes y otros 16 guerrilleros.

En la misma línea de Chávez, su aliado el presidente nicaragüense Daniel Ortega acusó al gobierno colombiano de "asesinar" a Reyes para impedir la posibilidad de buscar una salida incruenta al conflicto armado que hace más de 40 años vive Colombia.

"Nosotros tenemos que condenar la actitud del gobierno del presidente Uribe, porque al asesinar a Raúl Reyes -cuando mas bien era el momento para un alto al fuego y cuando Reyes era el hombre asignado por la guerrilla para trabajar por la paz- se matan las posibilidades de paz en Colombia", manifestó Ortega, durante un acto en Managua.

Reyes, de 59 años, era considerado uno de los hombres de la línea dura de las FARC y mano derecha del fundador de esa guerrilla, el septuagenario Manuel Marulanda ("Tirofijo"), de quien era yerno.

Pero Reyes también era la cara visible de las FARC y el responsable de los contactos políticos de la organización especialmente en el tema de los rehenes.

La ex ministra colombiana de Defensa, Marta Lucía Ramírez, senadora de la coalición que respalda a Uribe, calificó como "gravísima" la posición de Chávez, aunque señaló que se corresponde con su interés de buscar un conflicto exterior para desfogar la situación interna en Venezuela.

"Es una declaración gravísima, aunque sabemos que el presidente Chávez intenta desviar la atención buscando peleas en el exterior para acallar los reclamos que le hacen en su país por el desabastecimiento y la corrupción".

Ramírez defendió la muerte de Reyes como un logro de la política de "Seguridad Democrática", la estrategia diseñada por Uribe para combatir a las guerrillas y a la que Washington ha contribuido con más de 3.000 millones de dólares.

hov/dk

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