
Bilbao se ha ganado merecidamente el estatus de caso de éxito en regeneración urbana con la transformación de la zona de Abandoibarra, en su día un área industrial muy degradada, para convertirse, como cenicienta, en el moderno corazón del nuevo Bilbao, que atrae a más de un millón de turistas al año y a cientos de miles de profesionales de los negocios.
Bilbao ahora inicia el despegue de la segunda parte de esta historia: la regeneración de la isla de Zorrozaurre y la estación ferroviaria de Abando con la llegada a la capital vizcaína del tren de alta velocidad.
En Abandoibarra, donde antes había ruinas industriales y almacenamientos portuarios, ahora hay un núcleo cultural de proyección internacional con el Museo Guggenheim, Museo de Bellas Artes, el Palacio de Congresos y de la Música Euskalduna y emblemáticas dotaciones de dos universidades, Deusto y la Universidad del País Vasco.
También se ha configurado todo un nuevo centro de negocios alrededor de la Torre Iberdrola, varios hoteles de cinco estrellas y un centro comercial. Asimismo, el proceso culminó con la construcción de un barrio residencial de alto nivel.
La fórmula química para este éxito fue la colaboración insterinstitucional entre: Gobierno del Estado, Puerto de Bilbao, Gobierno vasco, Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao. Entre todos constituyeron la sociedad pública Bilbao Ría 2000, que durante 25 años ha liderado y coordinado todas las actuaciones, etapa que ha finalizado en 2017.
Cambio de clima
La segunda parte de esta transformación de Bilbao, que ya estaba planificada, se vio paralizada por la crisis económica, financiera e inmobiliaria. Las administraciones públicas no pudieron asumir el coste de nuevas obras y los tiempos de las altas plusvalías por promociones inmobiliarias con que financiar las obras quedaron atrás.
El final de la crisis y la llegada del actual ciclo económico de crecimiento y, sobre todo, la reactivación del sector inmobiliario, está permitiendo que se desempolven los viejos proyectos y se les dé un nuevo dinamismo.
A ello también ayuda el nuevo clima de buenas relaciones y entendimiento político entre el PNV y el PP, que está agilizando la consecución de acuerdos institucionales entre el Estado y Euskadi.
Entre los proyectos estrella está el tren de alta velocidad, que en el caso vasco lleva ya un retraso de diez años, pero que en esta legislatura el Ministerio de Fomento ha decidido acelerar al máximo.
La llegada del AVE a Euskadi en el año 2023 supondrá importantes cambios urbanísticos en las tres capitales vascas, que en el caso de Bilbao, su acceso soterrado permite recuperar también el viejo proyecto de la estación intermodal de Bilbao-Abando. Ello implica la regeneración urbanística de una importante zona ubicada en el centro mismo de la capital vizcaína.
El otro gran proyecto, es el arranque definitivo de la rehabilitación de Zorrozaurre.
La isla de Zorrozaurre
A pesar de que se trata de un proyecto planificado entre 2004 y 2007, en base al Master Plan elaborado por la arquitecta angloiraní ya fallecida Zaha Hadid, es ahora cuando arranca de verdad.
El diseño completo de este plan permitirá rehabilitar una isla de 60 hectáreas, ahora ocupadas principalmente por ruinas industriales y barrios degradados.
Su ejecución se hará en fases y llevará bastantes años, pero al final del proceso se habrá configurado un nuevo aérea económica de nuevas tecnologías y startups, incluyendo un parque científico y un núcleo para el desarrollo de industrias creativas.
Esta área económica estará intercalada de zonas residenciales, parques y servicios públicos. Está previsto que se lleguen a construir unas 5.400 viviendas, entre las que convivirán las de promoción pública y viviendas libres, proceso en las que las plusvalías que se obtengan ayudarán a las Administraciones públicas a la financiación de las otras actuaciones.
La semana pasada, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, presidió la firma del acuerdo interinstitucional -Ministerio-Gobierno vasco, Ayuntamiento de Bilbao y Autoridad Portuaria de Bilbao- para una de las fases de desarrollo del proyecto de Zorrozaurre -los rellenos para la uniformización de la línea de costa de la isla- que permitirán ganar 50.000 metros cuadrados de terreno, donde se prevé la construcción de 760 viviendas libres y de protección oficial.
De la Serna remarcó que la urbanización de estos terrenos portuarios ribereños constituye, además de "una idea brillante", una "actuación única, extraordinaria, insólita en nuestro país", que permitirá avanzar en la regeneración de Bilbao. El coste del proyecto será asumido, vía concurso público, por la iniciativa privada, que lo rentabilizará con la promoción inmobiliaria.
Estación del AVE de Abando
Además, De la Serna anunció que en pocas semanas verá la luz los detalles para un nuevo acuerdo interinstitucional para el desarrollo del proyecto de la transformación de la Estación ferroviaria de Abando para la llegada del AVE.
El Estado y las instituciones vascas pactaron que el AVE llegará a Bilbao en 2023 soterrado, lo que encarece mucho las obras. Así, para sufragar su coste se reurbanizará la zona y se creará una nueva área residencial. Las plusvalías financiarán las obras. Se prevé que el aprovechamiento urbanístico ronde las 1.000 viviendas.