
El País Vasco necesitará nada menos que 302.084 personas para cubrir puestos de trabajo en un periodo de diez años, hasta 2024, según el informe 'Perspectivas sectoriales del Empleo en la Economía vasca', elaborado por Laboral Kutxa. Esta gran oferta de empleo y la necesidad de personas para cubrirla surge por un motivo fundamental: la demografía. El envejecimiento de la población hará que miles de puestos de trabajo se vayan quedando cada año sin personal. Otra pequeña proporción de empleos surgirán de la creación neta de nuevos puestos.
Así, el informe de Laboral Kutxa dice que entre 2014 y 2024 harán falta 35.6865 personas para nuevas profesiones y 266.398 personas para reponer puestos de personas que se están jubilando. Esto implica una media anual de unos 30.000 puestos de trabajo.
Por familias profesionales, el 60 por ciento de las oportunidades de empleo se producirán en la fabricación mecánica, el comercio y marketing y en los servicios socioculturales y a la comunidad. Otras actividades con necesidades de empleo, ya sea nuevo o por jubilaciones, serán hostelería y turismo, sanidad, mantenimiento, construcción y transporte.
A pesar de que el 80% de los empleos serán de reposición, el director del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga, advierte que las funciones laborales no serán las mismas, ya que las empresas adaptarán sus ofertas de empleo a las nuevas condiciones que les exige el mercado y en este contexto adquieren fuerza la demanda de conocimientos en nuevas tecnologías y automatización.
Julio Gallastegi, director general de Laboral Kutxa, destacó que para cubrir el empleo que se va a requerir será necesario tener personal cualificado en las nuevas tendencias tecnológicas de los sectores en los que trabajan dichas empresas. Pero esa cualificación no tiene porque ser superior, hacen falta muchos trabajadores de formaciones técnicas, formación profesional.
Gallastegi se hizo eco de una de las grandes contradicciones del actual mercado laboral en que el paro revela que no sólo las personas con baja cualificación tienen problemas para encontrar trabajo, sino también muchas personas con carreras universitarias que tiene una sobrecualificación. Incluso llegó a decir que 'la sobrecualificación es un problema estructural', por lo que abogó por tratar de casar la oferta de empleo y la elección de la formación por parte de los jóvenes. 'Necesitamos prevenir desajustes entre la oferta y demanda de empleo', indicó.
De ahí que el informe de Laboral Kutxa surge con el objetivo de evidenciar cuales serán los puestos de trabajo que se van a pedir y, qué tipo de cualificación van a requerir para evitar que los jóvenes se queden sin trabajo y que las empresas no encuentren trabajadores. En este contexto, entre las conclusiones del estudio se apunta a la necesidad de ofertar más plazas de Formación Profesional en actividades de oportunidad y corregir el estancamiento en la matriculación en carreras universitarias de ciencias e ingenierías.
El consejero de Empleo y Políticas Sociales, Angel Toña, abogó porque los jóvenes consulten informes como este y porque tomen en consideración las enseñanzas técnicas medias y abogó porque las mujeres también contemplen cursar estudios técnicos y de rama industrial. A pesar de los nubarrones que se están poniendo de nuevo sobre la economía internacional, Toña descarta que por ahora vayan a afectar a la economía vasca y mantiene la previsión del Gobierno vasco de que en 2016 se crearán alrededor de 16.000 puestos de trabajo netos.