País Vasco

Trabajadores de Tubacex piden parar la huelga tras siete meses de conflicto

  • Una parte de la plantilla reclama al comité de empresa que haya una votación
Manifestación de los trabajadores de Tubacex. Domi Alonso
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El conflicto laboral en las plantas vascas de Tubacex, que se prolonga ya más de siete meses en situación de huelga indefinida, comienza a dar los primeros síntomas de agotamiento entre la plantilla.

Cerca de 200 trabajadores han solicitado al comité de empresa -a través de un comunicado- una votación para decidir sobre la continuidad de la inactividad, que piden que se realice en secreto y no a mano alzada como es costumbre.

Para llevar a cabo esa asamblea se están recogiendo firmas de apoyo, ya que los 178 trabajadores actuales que respaldan esa votación no son suficientes. Sería necesario contar con un 33% de la plantilla para tener legitimidad para plantear una asamblea o votación

Despidos nulos

La huelga en las fábricas TTI y Aceralava fue convocada el pasado febrero tras el anuncio de un ajuste de empleo, que se concretó en un ERE para 129 personas de esas dos plantas.

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco anuló el expediente, ya que la dirección aducía razones estructurales para su adopción y no por la crisis del coronavirus. Tubacex ha tenido que readmitir a los trabajadores despedidos, lo que no ha supuesto el final de las movilizaciones.

Tras diferentes ofertas para llegar a acuerdos, el conflicto está aún más enquistado si cabe y las posturas en ambos bandos se antojan inamovibles.

La pasada semana finalizó sin acuerdo la negociación sobre el nuevo expediente de regulación temporal de empleo (Erte) hasta finales de año, planteado por parte de la dirección.

Ante esta tesitura, el fabricante de tubos vasco lanzó un órdago al comité de empresa: retirará el recurso ante el Tribunal Supremo por las sentencias que declararon nulos los despidos, a cambio de un acuerdo previo y firmado sobre "una solución estructural que garantice la viabilidad de las plantas en el futuro".

La preocupación principal de Tubacex radica en la pérdida de competitividad de las fábricas y de la confianza de los clientes que supone la huelga indefinida. Por eso, su propuesta consiste en retomar el plan inicial propuesto hace un año de ajustes y recortes y desconvocar las paradas de inmediato.

Hasta el momento su petición no ha sido secundada, pero lo cierto es que la falta de una posición unánime entre los sindicatos sobre la conveniencia o no de seguir adelante con el paro inclina ligeramente la balanza a su favor.

Tubacex, con plantas en España, Austria, Italia, Estados Unidos, India y Tailandia, además de Arabia Saudi, Dubai, Noruega, Canadá y Singapur a través de Grupo NTS, comunicó en julio de 2020 la reducción global en un 20% del coste de personal, más de 500 puestos de trabajo, 150 de ellos en las plantas vascas sobre una plantilla de 800 trabajadores. Este recorte en Euskadi buscaba un ahorro al balance de 10 millones de euros.

Tubacex perdió en el primer semestre de este año 23,3 millones y registró una bajada en las ventas del 43,3%, que fueron de 160 millones frente a los 282 millones del mismo periodo de 2020. El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 0,3 millones. La compañía mantiene 190 millones en caja y una posición de liquidez de 220 millones. Su deuda financiera neta #es de 338,5 millones.

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