
Cuatro meses han pasado ya desde de que el grupo inversor estadounidense Liberty saliese al rescate de Prisa, la editora de diario El País. Sin embargo, poco se ha contado hasta el momento sobre Nicolas Berggruen, el hombre que está detrás de este vehículo de inversión o special purpose acquisition company (spac) que se ha integrado en Prisa.
La operación de Liberty vino a salvar, o al menos intentar paliar, la deuda que el grupo de la familia Polanco atesoraba en ese momento: 4.500 millones de euros. Tras intensa negociaciones, el misterioso Liberty Acquisitions holding entró en el capital de la compañía capitaneado por Nicolas Berggruen.
Este francés coleccionista de arte, filántropo y dueño de una enorme fortuna personal fruto de su mano con las finanzas, logró convencer a la familia Polanco para reducir de un 70% a un 30% su participación y concederle a Liberty, una de las sociedades de Berggruen, una posición privilegiada.
Nicolas Berggruen posee entre sus negocios un prestigioso instituto político de think tank en donde destacan personalidades internacionales como Gerhard Schröeder, Fernando H. Cardoso, Chris Patten, Shaukat Aziz, Nathan Gardels y el ex presidente español Felipe González.
Millonario, soltero, que huye de los focos públicos, hecho a sí mismo, coleccionista de arte e hijo del marchante del pintor Pablo Picasso, y que, como curiosidad, vive en hoteles, ya que decidió deshacerse de sus bienes inmuebles. No le servían de mucho porque con su avión Gulfstream vuela a más de 80 ciudades al año.
"No me interesa poseer cosas. Vivir en un gran entorno para demostrarme a mí mismo y a los demás que soy rico tiene para mí interés cero. Todo lo que tengo es temporal en tanto estamos aquí por un periodo de tiempo corto. Es lo que hacemos, nuestras acciones, lo que perdurará. Eso es lo que tiene valor real", aseguraba Berggruen en una entrevista concedida al Wall Street Journal
Billonario con arte
Poco se sabe más allá de que ocupa el puesto 158 en la última lista Forbes de ricos americanos. Una riqueza que tiene su origen en su padre, Heinz Berggruen, marchante y coleccionista de arte que frecuentó a iconos del siglo XX como Frida Kahlo o Pablo Picasso, de quien llegó a poseer 85 obras. Judío, emigró a Estados Unidos en 1936 y en 1959 se casó con Bettina Moissi, actriz berlinesa.
Nicolas Berggruen creció a caballo entre Francia y Suiza para después trasladarse a Nueva York a realizar sus estudios universitarios. Comenzó su carrera profesional en el sector inmobiliario. y después creo su propia firma de inversión, Alpha Investments, germen de lo que luego fue Berggruen Holdings. Con sedes en Nueva York, Londres, Berlín, Estambul, Tel Aviv y Mumbai, las ramificaciones de la sociedad llegan a las energías renovables.