Liberty ha logrado que sus inversores secunden la entrada del fondo en el capital de Prisa. Una operación atractiva para los accionistas de la estadounidense pero que, sin embargo, está lejos de ser interesante para los minoritarios de la española, que verán muy diluida su presencia en el grupo después del desembarco del fondo y podrían verse afectados por importantes pérdidas en bolsa.
Y es que, según los cálculos del Banco Sabadell efectuados cuando las partes revisaron definitivamente los acuerdos de la operación, los accionistas de Liberty podrán entrar en Prisa a un precio de 1,05 euros mediante una complicada ecuación de canje. Esta cifra supone una cantidad un 41,3% inferior a la cotización de las participaciones del grupo al cierre de ayer, cuando se situaron en 1,79 euros por acción después de acumular un descenso a lo largo de la jornada del 4,79%.
No obstante, y a la espera de que la junta de accionistas de Prisa, que se celebrará estemismo sábado, la luz verde de los inversores de Liberty a la entrada en Prisa supone un primer paso, casi definitivo, para cerrar la operación, ya que en Prisa la mayoría sigue siendo cosa de la familia Polanco.
Durante la junta de la estadounidense, celebrada ayer en NuevaYork, alrededor de un 74% de los votos fueron favorables a la integración en el holding mediático. De esta manera, la compañía de la familia Polanco recibirá una inyección de 650 millones de euros (868 millones de dólares).
29 de diciembre
El canje de acciones entre las sociedades podría producirse el próximo 29 de noviembre, según han señalado desde Liberty, justo un día antes de que termine el plazo dado aceptada por el organismo de control.
Sin embargo, la liquidación de la cantidad pagadera en virtud de los acuerdos de integración empresarial se realizará "tan pronto como sea posible después de dicha fecha", apuntaron desde el fondo. Como contrapartida a la entrada del fondo en el capital del grupo, la familia Polanco verá reducida su participación en el accionariado del grupo de un 70% a un 30, mientras que los accionistas de Liberty aglutinarán en conjunto más de un 50% del mismo.
Para limitar la dilución de los hasta ahora primeros accionistas del grupo editorial, la nueva sociedad entregará a los accionistas de Prisa 1,1 warrants por acción, convertibles en un título de la compañía a un precio de dos euros en un plazo de 3,5 años. Mediante esta cláusula se permite a los accionistas titulares de Prisa beneficiarse de una teórica subida del precio de la cotización del grupo en los próximos años como compensación.
Al mismo tiempo, los cambios impuestos el 4 de agosto suponían que se facilitara la firma de la operación en el caso de que hubiera accionistas que no estuvieran interesados en acudir al canje. De esta forma, si se unen los 300 millones de euros que respaldarían la operación al valor de la participación de los Polanco en el grupo se logra cumplir la condiciones de la banca acreedora: captar 450 millones. Durante la jornada previa a la junta de accionistas de Liberty las acciones de Prisa notaron el peso de la incertidumbre. La compañía perdió en el parqué un 4,79%, situando la acción en 1,79 euros