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Cómo conseguir que una empresa sea sostenible

  • El objetivo es crear de manera integrada valor económico y al mismo tiempo social y medioambiental

Mayor competitividad, innovación, eficiencia, reducción de riesgos, acceso a nuevos mercados, mejora de la reputación corporativa... Estos son algunos de los beneficios que pueden conseguir las empresas implementando la sostenibilidad en sus planes de negocio. Algo que se hace cada vez más necesario en un contexto en el que los consumidores se inclinan más por productos y servicios sostenibles y en el que los inversores buscan, cada vez más, que sus decisiones tengan a largo plazo un impacto positivo en la sociedad.

La sostenibilidad va más allá de las cuestiones climáticas. Consiste en crear de manera integrada valor económico y al mismo tiempo social y medioambiental. No en vano el Índice de Sostenibilidad Dow Jones combina más de 600 variables para cuantificar la sostenibilidad empresarial.

A este respecto, como señalan desde Accenture, "las empresas pueden generar nuevo valor incorporando la sostenibilidad en sus operaciones y en el desarrollo de nuevos productos. Entre 2013 y 2020, las compañías con alto rendimiento en cuestiones medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) registraron unos márgenes operativos 3,7 veces superiores a los de sus homólogas".

Para ello, es preciso implementar un plan integral, algo que no se consigue de un día para otro. Requiere de un largo proceso de transformación. "No en todos los casos es fácil alcanzar un buen nivel de sostenibilidad empresarial. Decisiones erradas, escasa selección de prioridades, mala planificación, estrategias inoportunas, entre otras, son las principales causas que impiden alcanzar resultados eficaces en este sentido", destacan desde EAE Business School.

La importancia de este fenómeno ha llevado a que conocer cómo está impactando la sostenibilidad en empresas y autónomos, se haya convertido también en una de las temáticas que aborda "Ahora más cerca", un espacio creado por Orange para dar a conocer testimonios reales de pequeños empresarios y empresarias que, a través de entrevistas realizadas por el periodista Javier Ruiz, explican cómo han transformado sus negocios para adaptarse a estos nuevos tiempos. Además, el propio Javier Ruiz hace un análisis en profundidad de cada tema, señalando las oportunidades que existen. Un contenido muy interesante para todos los que busquen sacarle el máximo partido a su negocio.

Hacia un negocio sostenible

El SDG Compass, desarrollado por GRI, Naciones Unidas y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD), ofrece una guía para implementar una estrategia de sostenibilidad, alineándose así con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 aprobada por la ONU.

El primer paso pasaría, lógicamente, por familiarizarse con los ODS y entender las oportunidades y responsabilidades que representan para el negocio. Entre estos objetivos se encuentran promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible; el empleo y el trabajo decente para todos; lograr la igualdad entre hombres y mujeres; adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos; o garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

Como señalan en la guía, no todos los ODS serán igualmente relevantes para cada empresa. El grado de contribución de las compañías a cada uno, y los riesgos y oportunidades que representan individualmente, dependerán de muchos factores. Por ello, hay que realizar una evaluación de los impactos actuales, potenciales, positivos y negativos que las actividades comerciales tienen sobre los ODS a lo largo de la cadena de valor, desde el suministro hasta el fin de la vida útil de los productos. Esto ayudará a identificar dónde se pueden escalar los impactos positivos y dónde pueden reducirse o evitarse los impactos negativos.

Una vez realizado este paso, hay que establecer objetivos concretos, lo que implica la medición de resultados. "Seleccionar los indicadores clave del desempeño (KPI, por sus siglas en inglés) es una etapa esencial en el establecimiento de objetivos. Algunas empresas establecen metas generales o ambiguas que por sí mismas no permiten medir el progreso, como, por ejemplo, la aspiración a convertirse "carbono cero" sin una definición clara del alcance o la fecha de finalización de la meta", destaca el SDG Compass.

Una vez establecidos los objetivos, hay que implementar un plan de ejecución de los mismos: comunicar el programa a todas las personas involucradas, definir responsabilidades individuales y colectivas en cada meta, asignar los recursos necesarios para su ejecución, e incorporar el cumplimiento de estas metas en el programa de evaluación de desempeño de los colaboradores.

También es necesario difundir interna y externamente los esfuerzos y resultados de la empresa en materia de sostenibilidad. Si bien en sus orígenes este tipo de informes se consideraba como un vehículo para mejorar la reputación, ahora se han convertido en una herramienta estratégica que también se utiliza para apoyar los procesos de toma de decisiones sostenibles, estimular el desarrollo organizacional, impulsar un mejor desempeño, relacionarse con las partes interesadas y atraer inversiones.

En este contexto, los objetivos de cada industria para lograr los ODS serán diferentes. No obstante, para Accenture existen tres inversiones clave que mejorarán la capacidad de las compañías para alcanzar sus fines: recurrir a datos ESG en tiempo real para desarrollar la estrategia de negocio, transformar los modelos de negocio e integrar la sostenibilidad en las decisiones; formar a los profesionales en competencias y habilidades que les permitan responder a las demandas de un entorno laboral dinámico; e invertir en tecnología e innovación.

De lo teórico a lo práctico

Trasladar la teoría sobre la sostenibilidad empresarial a la práctica puede resultar complicado. Estos son algunos ejemplos de cómo empezar a transformar un negocio en sostenible. En el caso del consumo energético, controlar y disminuir la cantidad de energía que se utiliza redundará en un beneficio para el medio ambiente. Puede partir de cosas tan sencillas como apagar los equipos cuando no se utilicen o proveerse de fuentes de energías limpias.

Otra estrategia que destacan desde la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) es la implementación de los principios de la economía circular. "Esta estrategia busca reducir la entrada de componentes y reutilizar aquellos que ya han entrado en la economía empresarial. Los residuos tienen que ser gestionados internamente o reciclados". Las empresas son grandes generadoras de residuos, por lo que es necesario aplicar la conocida como "regla de las 3R": reducir el volumen de residuos, reutilizarlos y reciclarlos.

Otra línea de actuación interesante en aras de implantar la sostenibilidad pasa por la selección de proveedores, promoviendo la contratación de aquellos que se alineen de una forma u otra con los ODS. Asimismo, elegir empresas de proximidad reduce la huella de carbono y favorece el comercio local.

Desde el punto de vista social, se pueden implantar medidas que favorezcan la igualdad entre los trabajadores, que ayuden a la conciliación o que estimulen la identificación del empleado con la compañía.

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