Opinión

La franquicia no cierra por vacaciones

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Este verano, entre preparar el viaje, hacer las maletas, planes familiares, carretera y descanso, he caído en la cuenta de algo muy evidente: la franquicia está en todas partes. Y no lo digo solo por las hamburgueserías o cafeterías que muchos reconocemos a simple vista. Lo digo porque, sin darme cuenta, he pasado por una gran cantidad de negocios que funcionan bajo este modelo. Desde antes de salir de casa hasta el último día de las vacaciones.

La franquicia te acompaña, aunque no siempre lo sepas

Antes de salir, revisión del coche en un taller de confianza, compras para las mascotas en la tienda habitual, una barbería y un centro de uñas para ir perfectos a las visitas, comidas y cenas previstas…Una vez llegamos a nuestro destino, fui apuntando las diferentes franquicias a las que acudimos, cafetería, heladería, tienda de ropa, supermercado, hamburguesería, restaurante italiano, restaurante mejicano, óptica y un centro de ocio.

El motivo principal de utilizar estos negocios es el conocimiento que ya tienes de ellos, desde los productos, el trato, los precios o su funcionamiento y eso, en un lugar desconocido, se agradece. Este punto es muy significativo si nos fijamos en el porcentaje de turistas que acuden a estos modelos de negocio, muchos ya establecidos a nivel internacional, del que buscan en primer lugar, la seguridad.

Pero el punto interesante llega cuando levantas un poco más la vista y te das cuenta de que a tu alrededor hay muchas más franquicias de todo tipo y que no has utilizado, pero observas que funcionan como clínicas dentales, centros de formación, gabinetes de psicología, autoescuelas, inmobiliarias, alquiler de trasteros, agencias de viajes, consultorías, panaderías, servicios a domicilio, …Y no solo en restauración y servicios, también en ocio y consumo; tiendas de deporte y aventura, cosmética, ferreterías, gasolineras, gimnasios, herbolarios, joyerías, empresas de mensajería, mobiliario, decoración, espectáculos, papelerías, parafarmacias, salud y bienestar… La lista es interminable.

El modelo de franquicia no es solo un formato comercial. Es una estructura sólida, profesionalizada, replicable y escalable que responde a las necesidades del consumidor actual: accesibilidad, confianza, atención, precio razonable, imagen cuidada y, sobre todo, experiencia de cliente.

Y al mismo tiempo, representa una gran oportunidad para quienes quieren emprender sin partir de cero, apoyados por una marca y un modelo testado.

No se trata de restar valor al negocio tradicional, que sigue siendo esencial y admirable, sino de entender que la franquicia es una forma de profesionalizar lo local y hacerlo crecer, generando empleo, inversión, innovación y desarrollo en muchas zonas donde quizá no llegaría de otra forma. Muchos de estos modelos que ahora están consolidados partieron de la ilusión de expandir la idea propia de un empresario que le estaba funcionando muy bien de forma local pero no tenía los suficientes recursos propios para hacerlo por sí mismo.

Lo más interesante es que muchas de estas franquicias pasan desapercibidas. No gritan su presencia, pero están. A veces como pequeñas tiendas de barrio, a veces como negocios en zonas industriales, otras veces en centros comerciales o calles principales. Y es precisamente esa naturalidad lo que las ha hecho parte del paisaje cotidiano.

Al terminar las vacaciones, no pudimos faltar a la lavandería industrial (esencial en este punto), el lavado de coches, el supermercado y vuelta al gimnasio. Ya tengo apuntado en la lista que pronto empieza el colegio y hay que pasar por la papelería, zapatería, escuela de idiomas, natación…Llevo años vinculado al mundo de las franquicias y estando de vacaciones, con esta mirada más analítica, he confirmado algo que ya sabía: la franquicia no es una moda ni una alternativa, es una parte esencial del ecosistema empresarial actual.

Está integrada en nuestras vidas de forma natural y, sobre todo, genera impacto positivo real para quienes consumen, para quienes emprenden y para quienes apuestan por crecer con una estructura sólida detrás.

En Banco Sabadell conocemos bien esta realidad y trabajamos para ofrecer soluciones financieras adaptadas a cada sector, entendiendo que no es lo mismo apoyar a una marca de restauración, a una clínica dental o a una cadena de servicios. Cada actividad tiene sus necesidades, su ciclo de negocio y sus retos de inversión.Sin duda esta especialización a nivel de oferta y estructura comercial del departamento de franquicias hace que Banco Sabadell sea líder en este modelo de negocio desde 1996.Allá donde viajemos, siempre hay una franquicia lista para recibirnos.

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