
La cartera de pedidos militares de Navantia cerró un 2024 de récord, con proyectos por valor de más de 8.000 millones e ingresos de 1.500 millones.
Paradójicamente, los astilleros públicos aún arrojaron pérdidas, de 200 millones, un 60% más que en 2023. No obstante, la empresa está en mejores condiciones que nunca para revertir esa situación.
El auge de sus pedidos, lejos de obedecer a una tendencia puntual, se relaciona con la necesidad de rearmarse que presenta la UE, y también otras áreas en las que tiene filiales –como Reino Unido o Arabia–. Y Navantia es la única empresa española que pertenece al selecto grupo de firmas europeas capaces de diseñar, construir y entregar las corbetas, fragatas o submarinos capaces de atender esa demanda.