
Alrededor del 4% de los ocupados españoles desarrolla su empleo a través de una empresa de trabajo temporal, el sexto porcentaje más alto de la Unión Europea, según Eurostat. Pero al analizar los datos por ramas de actividad se constata que la industria más que duplica esa tasa, llegando al 8,65%, muy por encima de cualquiera de los Veintisiete. La elevada dependencia del sector manufacturero de empleos eventuales y de muy corta duración, especialmente en la rama de alimentación, no se ha reducido con la reforma laboral. La razón es que esta misma norma ha ampliado el papel de las ETTs permitiéndoles, entre otras cosas, hacer contratos fijos discontinuos. El problema es la falta de una política industrial que cree empleos estables.