Madrid
El repunte del precio del petróleo por la escalada de la tensión entre Israel e Irán ha provocado que los inversores vuelvan a poner sus ojos en las principales compañías europeas del sector. Algo lógico habida cuenta de que un mayor coste del crudo eleva los márgenes del refino y, por ello, la rentabilidad que las petroleras obtienen por cada barril. Por si fuera poco, la industria cotiza aún con descuentos respecto a los beneficios que se proyectan par 2025. Una circunstancia que en el caso de Repsol se amplía frente a la media histórica de sus comparables, hasta rozar el 40%. Tanto el descuento como las buenas perspectivas de negocio por el alto precio del petróleo impulsan el atractivo de Repsol en bolsa, De hecho, sus títulos ofrecen ya un potencial de casi el 13%.