
Inditex tenía la costumbre de sorprender de manera positiva al mercado con sus resultados. Pero en esta ocasión no ha podido repetir la hazaña, al presentar un incremento de las ventas del 1,5%, el menor desde 2018, y también inferior al 2,9% que esperaban los analistas. Un frenazo en el crecimiento, que también ha provocado que el margen operativo caiga por debajo del 20% y deje el impulso de los beneficios en solo el 0,8%. Cifras que reflejan que Inditex no es inmune a la caída del consumo y al efecto divisa, lo que ha provocado que los inversores castigaran la acción durante la sesión del miércoles. Con todo, el aumento de la capacidad logística, y el novedoso travel mode (entrega de ropa en los hoteles) evidencian que Inditex ya trabaja para que este traspiés sea solo temporal.