
La presidenta de Red Eléctrica (Redeia), Beatriz Corredor, defendió hace pocos días la actuación de la compañía durante el apagón del pasado 28 abril. De hecho, subrayó que no se prevé ningún impacto en los resultados de la compañía, ni desde el punto de vista técnico ni regulatorio. Es más, Corredor aseguró que descarta hacer provisiones por la caída del sistema eléctrico. Todo ello pese a que desde el apagón han surgido informaciones que ponen en duda la actuación de la compañía. Para empezar, Redeia hizo caso omiso de las advertencias que desde hace tres años hacían los gestores de redes europeos en las que anticipaban el riesgo que el incremento de las renovables tenía para la estabilidad del sistema. Asimismo, la compañía también ignoró informes de sus propios técnicos en los que alertaron días antes del apagón de problemas de sobretensión en el suroeste del país, que se supone fue el epicentro del problema.
Y por si fuera poco la propia actuación de Redeia en los momentos previos del apagón deja bastantes dudas. No en vano, la compañía cambió el sistema de interconexión con Francia minutos antes del corte de suministro, lo que impidió que el sistema europeo pueda ayudar a equilibrar la tensión de la red. Asimismo, Entso-E, la agrupación de operadores del sistema eléctrico, ha desvelado que Red Eléctrica llevó a cabo una conexión de líneas internas en la zona cero del apagón justo antes del colapso del sistema. Una actuación que pudo contribuir a empeorar la ya delicada situación que atravesaban en ese momento las redes, y generar una mayor sobretensión. Se trata en definitiva de un buen número de indicios que apuntan a la responsabilidad de Red Eléctrica en el colapso del sistema.