
El 12 de junio termina el plazo del preconcurso de acreedores para Duro Felguera. Y todo indica que la compañía asturiana se encamina al concurso. A ello contribuye su plan en el que plantea una quita del 98% de la deuda a banca y proveedores comerciales, que es muy probable que rechacen. Y también que la Sepi se niegue a capitalizar el préstamo que concedió a la empresa. Un rescate de 120 millones que el holding público otorgó a la empresa en 2021 en el marco de la pandemia y que no ha servido para recatarla de su situación financiera crítica. Lo que está ocurriendo con Duro Felguera demuestra que algunas de las ayudas de la Sepi se concedieron siguiendo intereses políticos y no económicos, al otorgarse a sociedades que ya estaban en problemas mucho antes del Covid.