Madrid
Históricamente, los inversores optan por cotizadas con altos dividendos en momentos bajos del ciclo. Pero dicho comportamiento también se da ahora en la bolsa española, pese a la evolución positiva del mercado. Así, el Ibex con dividendos se anota más de un 24% en el año frente al 21% del selectivo nacional de referencia. Esto refleja que el inversor no se fía de las bolsas para el resto del año, lo que es lógico por la incertidumbre que los aranceles generan. Pero también que la bolsa española conserva su elevado atractivo por dividendo. Una virtud que adquiere más relevancia en junio y julio, que es cuando se suman los pagos de casi todo el selectivo. Se abre con ello una oportunidad para que el inversor obtengan rentabilidades de más del 3% sobre la cotización actual de las firmas.
