
2025 seguirá siendo un año en el que la transformación empresarial se posicione como un imperativo para hacer frente a los retos eco sociales del presente. El impulso de una evolución sistémica liderada por el tejido empresarial como agente de cambio resultará clave para construir una economía más inclusiva, próspera y equitativa y medioambientalmente responsable. Sin embargo, este camino no puede hacerse a espaldas de las tendencias económicas y sociales que marcan el día a día de nuestra sociedad global. Por ello, desde el movimiento B Corp hemos analizado aquellas cuestiones que, de forma ineludible, las organizaciones deben tener en cuenta si quieren contribuir a este cambio aportando soluciones desde sus propuestas de valor.
1. La aceleración digital al servicio de la sostenibilidad
La inteligencia artificial, la big data y los procesos de automatización están redefiniendo los negocios a un ritmo sin precedentes. Si bien estos recursos ofrecen oportunidades extraordinarias de desarrollo empresarial, también plantean dilemas éticos y morales, con sus consecuentes riesgos sociales. Las empresas que integren la tecnología digital con propósito, priorizando la transparencia y la inclusión, serán las que lideren la contribución a esta nueva economía.
2. Un nuevo sistema económico basado en la confianza
El modelo económico tradicional está siendo cuestionado. Según el Edelman Trust Barometer 2024, el 52% de la sociedad desconfía del capitalismo como una fuerza positiva para el mundo, frente al 48% que aún confía en él. Una parte importante de la sociedad demanda empresas más comprometidas con el bien común, que generen valor más allá de los beneficios financieros. Las que adopten la transparencia, la medición de impacto y la rendición de cuentas no solo ganarán credibilidad, sino que también fortalecerán su posición en el mercado.
3. El consumidor consciente como motor de cambio
Muchos consumidores ya no solo buscan calidad y precio; quieren marcas alineadas con sus valores. Están cada vez más cansados de estrategias de "greenwashing" y discursos faltos de esencia y solidez, y el 56% dice sentirse abrumado por los avances tecnológicos y busca experiencias más humanas (Accenture). En 2025, la autenticidad y la coherencia de las propuestas de valor serán esenciales. Aquellas empresas que construyan conexiones genuinas con sus clientes a través de un compromiso real con el impacto positivo tendrán una ventaja competitiva significativa.
4. La transición hacia una economía regenerativa
El concepto de sostenibilidad evoluciona hacia un modelo regenerativo, donde las empresas no solo minimizan su impacto negativo, sino que activamente contribuyen a la restauración del medio ambiente y el bienestar social. El informe "New Nature Economy" del The World Economic Forum (WEF, por sus siglas en inglés) prevé 395 millones de empleos verdes para 2030. Estos, junto con las nuevas formas de producción basadas en la economía circular y el ecodiseño serán clave en esta transición.
5. La necesidad de un liderazgo empresarial responsable ante la polarización
Las tensiones políticas y sociales afectan cada vez más al tejido empresarial. En un entorno donde el populismo y la desinformación pueden debilitar los avances en sostenibilidad, las empresas tienen la oportunidad (y la responsabilidad) de convertirse en referentes de diálogo, diversidad e inclusión. Aquellas que asuman un liderazgo basado en valores y en la colaboración multiactor serán las que logren una mayor estabilidad y resiliencia.
6. Del concepto de sostenibilidad a la transformación empresarial
El término "sostenibilidad" ha sido sobre utilizado hasta el punto de generar escepticismo en la opinión pública. 8 de cada 10 españoles desconfían de la sostenibilidad empresarial tal y como se confirma en el "Informe Global sobre nuevos consumidores" de la agencia de comunicación MARCO. En 2025, las empresas que destaquen no serán aquellas que solo comuniquen buenas intenciones, sino las que demuestren con acciones basadas en apuestas estratégicas su compromiso con la transformación empresarial. Se impone un nuevo estándar en el que la sostenibilidad deja de ser una etiqueta para convertirse en una apuesta de negocio integral y medible.
En definitiva, nos encontramos en un momento en el que los cambios ya no son graduales, sino exponenciales. La tecnología, la conciencia social y la urgencia climática exigen a las empresas una respuesta rápida, innovadora y comprometida. El futuro de los negocios ya no pasa por ser "verdes", sino que debe suponer una auténtica revolución empresarial. Solo aquellas organizaciones que integren la sostenibilidad en su ADN y apuesten por una economía regenerativa, inclusiva y digitalmente responsable podrán prosperar en la nueva era.