
Los once años transcurridos desde que el mercado español presenciara el primer lanzamiento de bonos verdes cuentan una historia de éxito.
Las emisiones de títulos ligados a la sostenibilidad ya suman 100.000 millones de euros y sitúan a nuestro país como el cuarto más activo del mundo en este ámbito. Desde 2014, son varias las crisis que se han sucedido y nadie negará el mérito que supone que la aceptación de estos bonos creciera en esas circunstancias.
Ahora bien, en el mercado también hay tendencias cambiantes y este tipo de títulos no son inmunes a ellas. El año 2025 presenta una clara ralentización en su demanda y la franca hostilidad de la Administración Trump hacia la sostenibilidad no ayudará a que, a escala global, ese desinterés se corrija.