
Las integrantes del Ibex cerraron el primer trimestre del año con buena nota. Ello pese a que ganaron 12.800 millones, un 6,4% menos que en el mismo periodo de 2024. Pero esta cifra está distorsionada por los extraordinarios de Telefónica, que perdió 1.304 millones por las minusvalías sufridas por las ventas de su negocio en Argentina y Perú. Sin ese impacto, las grandes cotizadas nacionales llevaron su beneficio conjunto hasta los 14.530 millones, lo que supone un 6,3% que los 13.581 millones logrados en el ejercicio precedente. Asimismo, la facturación también ha mejorado un 4%, hasta un total de 136.500 millones. A la vista de las cifras, el balance del Ibex en el arranque del año solo puede ser calificado como positivo, lo que adquiere relevancia al estar el periodo de actividad ya marcado por la incertidumbre generada por las medidas arancelarias de Donald Trump.
Nuestras cotizadas han vuelto a así a demostrar su capacidad para sobreponerse a estas dificultades, lo que eleva las opciones de que sean capaces de batir al término del año el récord de ganancias del pasado 2024. La banca ha sido clave del excelente desempeño de las cotizadas, aunque por lo general todas ellas han demostrado una notable solidez. Una característica positiva que el propio Ibex ya recoge. No en vano, su revalorización de más del 18% desde el 1 de enero supera, y por mucho, el comportamiento de los principales selectivos a ambos lados del Atlántico. Por si fuera poco, este incremento permite al indicador nacional acechar los 14.000 puntos, con ocho empresas ya en máximos anuales. Una cota que el Ibex tocó por última vez en mayo de 2008 y que podría superar en breve de nuevo gracias a la buena marcha de la economía y de las propias empresas.