
La decisión del pasado 2 de abril del presidente de EEUU, Donald Trump, de iniciar la guerra arancelaria a gran escala tensó el mercado como pocas veces se recuerda. En España, el Ibex se dejó más de 85.000 millones de capitalización en cuatro días.
La relajación posterior de las tasas de EEUU calmó en parte a los inversores. No obstante, la mayoría de los grandes índices a ambos lados del Atlántico han cerrado abril en negativo. Precisamente nuestro Ibex ha sido, junto al Dax alemán, el único que se ha escapado de las pérdidas en el Viejo Continente. En concreto, el selectivo ha cerrado el mes con una subida del 1,16%. Un comportamiento positivo que refleja la solidez de las cotizadas españolas, como demuestran sus, hasta ahora, buenos resultados trimestrales.