Madrid
La guerra comercial ha obligado al FMI a revisar a la baja el crecimiento del PIB global para 2025. En concreto, recorta medio punto al impulso de la economía, del 3% en enero al 2,5% en esta última estimación de primavera. Una rebaja comprensible habida cuenta de que los aranceles provocarán un incremento de los precios que frenará la demanda. No obstante, el deterioro del crecimiento presenta diferentes intensidades, según cada país.
España destaca de manera positiva, con un alza de dos décimas, hasta el 2,5%. El resto de grandes economías de la eurozona no ha corrido la misma suerte. Todas ellas pierden impulso, lo que genera un recorte de dos décimas para el bloque comunitario, fijado ahora en el 0,8%. Con todo, las últimas previsiones del FMI dejan dos grandes damnificados, China y EEUU. El gigante asiático pierde seis décimas con respecto a enero, lo que fija su avance para el año en el 4%. Peor aún le irá a EEUU, con una rebaja de casi un punto, que sitúa el impulso del PIB del país en el 1,8%. El mayor deterioro que el FMI fija para las dos primeras economías del planeta es lógico, ya que la pugna está ahora centrada en ambos países, con tasas de hasta el 245% a China frente al arancel universal del 10%.
Pero este escenario puede cambiar si Trump vuelve a la carga tras la tregua de 90 días a sus llamados aranceles "recíprocos" al resto de países. No obstante, el hecho de que la guerra comercial sea una realidad ya impacta en las perspectivas de beneficio de las cotizadas europeas. Así, casi un 20% de las integrantes del Stoxx 600 sufren recortes en sus ganancias de más del 5% por parte de los analistas desde el Día de la Liberación. Unas rebajas que unidas a las peores previsiones del FMI evidencian el golpe que Trump impone a la economía mundial y a las empresas.
