
En el primer cuatrimestre de este año los fondos cotizados de bolsa europea han recibido 24.809 millones, una cifra que sextuplica los 4.165 millones que han entrado en ETF de bolsa norteamericana. Este mayor flujo de dinero hacia el mercado del Viejo Continente era hasta hace poco difícilmente imaginable, dado el dominio que ha ejercicio Wall Street en la última década gracias al tirón de, entre otros, los Siete Magníficos de la tecnología. Pero la guerra arancelaria de Trump ha puesto en el foco la ralentización que provocarán las tasas en la economía estadounidense. Esto ha elevado el atractivo de las bolsas europeas para los inversores, ya que a día de hoy presentan mejores perspectivas para el resto del año que la renta variable de EEUU.