Madrid
El almacén subterráneo de gas natural de Marismas, situado en el Parque Nacional de Doñana lleva más de doce años operando en régimen provisional. Ello debido a que carece del acta definitiva de puesta en servicio. Se trata de un requisito obligatorio que certifica que una instalación cumple con los parámetros técnicos y ambientales exigidos para su funcionamiento. Pese a ello, este almacén ha recibido más de 4,2 millones en concepto de costes de operación y mantenimiento, además de 160.000 euros por extensión de su vida útil. Urge una mayor rigurosidad y control por parte del Gobierno con este tipo de instalaciones. Más aún si se tiene en cuenta el alto coste que para el Estado supuso el fallido almacén de gas Castor, situado frente a las costas de Castellón.
