La gran banca española arroja una ínfima participación en el sector de la Defensa europeo.
Solo Santander figura en el Top 10 de las entidades con más exposición, mediante instrumentos como préstamos sindicados, a ese tipo de empresas. Si al banco cántabro se suman BBVA y CaixaBank su aportación no pasa del 6% del total. Tan bajo registro no solo se explica por la falta de experiencia de varias de estas entidades en el sector.
También influye la posibilidad de verse penalizadas en la evaluación de criterios de sostenibilidad y compromiso social. Igualmente importante, como señaló el Banco de España, es la falta de incentivos para que los bancos asuman mayor involucración. Es una anomalía que debe corregirse. Sin financiación propia, la UE nunca será autónoma respecto a su propia seguridad.
