Opinión

Segmento 'living': una alternativa a la vivienda tradicional

  • El aumento del teletrabajo ha hecho que muchos activos se reconviertan en viviendas
Ejemplo de BTR (Build to Rent)
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El acceso a la vivienda en España está siendo objeto de numerosas propuestas tanto por parte de nuestros políticos como de agentes sociales y económicos, tratando de aportar ideas a una situación que está siendo enormemente complicada para determinados sectores relevantes de la población como jóvenes o personas con un poder adquisitivo menor. Pero sin obviar este punto crucial, el sector inmobiliario ha experimentado una notable transformación en los últimos años, con una creciente diversificación en los modelos de vivienda que buscan adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad.

En este contexto, el segmento living en España ha experimentado un crecimiento notable, consolidándose como una de las áreas más dinámicas del mercado inmobiliario. Pero… ¿qué entendemos por living?, pues toda actividad inmobiliaria que incluye desarrollos muy diversos como Build to Rent (BTR) o construir para alquilar; Flex Living, denominación para los contratos de temporada o turísticos inferiores a un año; Cohousing que se refiere a un modelo residencial colaborativo que combina viviendas privadas con amplias áreas comunes, diseñadas y gestionadas colectivamente por sus residentes; Senior Living, segmento diseñado para personas mayores que valoran la independencia pero desean vivir en comunidad y otros muchos que han ganado protagonismo como una respuesta innovadora y flexible a las demandas actuales de los consumidores.

Por poner en valor a qué nos estamos refiriendo, el volumen de inversión y participación en el mercado, hasta el tercer trimestre de 2024, captó aproximadamente 2.500 millones de euros en inversiones, representando el 31% del total de la inversión inmobiliaria en España. Este incremento es de 1,5% respecto al mismo periodo del año anterior, pero subraya la creciente relevancia en el mercado nacional. Estos modelos ofrecen alternativas a la vivienda tradicional, adaptándose a diferentes perfiles demográficos y estilos de vida, desde jóvenes profesionales hasta personas mayores, y generando un atractivo especial para los inversores que buscan oportunidades en un mercado dinámico y en expansión.

Factores económicos y demográficos están redefiniendo este sector. El crecimiento urbano, el envejecimiento de la población, la movilidad laboral y la preferencia por modelos de vivienda flexibles son algunas de las tendencias clave. Con el respaldo de políticas que fomentan la sostenibilidad y la regeneración urbana, el sector living se ha consolidado como una de las áreas de mayor crecimiento dentro del mercado inmobiliario. Estas iniciativas no solo responden a las expectativas de los consumidores, cada vez más conscientes de la importancia de la sostenibilidad, sino que también atraen a inversores interesados en proyectos alineados con criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). En las últimas décadas, las preferencias habitacionales en España han experimentado transformaciones profundas. Estos cambios han dado lugar a una diversificación en los modelos de vivienda, con una creciente demanda de soluciones habitacionales más flexibles, personalizables y adaptadas a estilos de vida en constante cambio.

En España las generaciones más jóvenes, como millennials y la Generación Z, priorizan la flexibilidad y el acceso a la vivienda, impulsadas por la movilidad laboral y el trabajo remoto. Buscan viviendas sostenibles, funcionales y tecnológicamente avanzadas, con servicios digitales que simplifiquen la gestión diaria y se adapten a su estilo de vida dinámico. Pero además de los jóvenes hay un segmento que cada vez tiene mayor presencia en la "pirámide" de población en nuestro país, como son los adultos mayores. El aumento de la esperanza de vida en España ha llevado a esta cada vez más relevante parte de la población a buscar entornos que les permitan mantener su independencia y bienestar. Lejos de considerar la jubilación como una etapa pasiva, priorizan un estilo de vida activo y social. Otros aspectos relevantes en el alto incremento de inversión en este segmento son el crecimiento urbano en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia que continúa impulsando la demanda habitacional, aunque la escasez de viviendas asequibles plantea desafíos de densidad y costes. La diversificación de las estructuras familiares como los hogares unipersonales que ya representan más del 25% del total en España, según el INE, impulsan la demanda de viviendas compactas.

Otro elemento fundamental es la posibilidad de "cambio de uso" como la transformación de oficinas en viviendas. Con el aumento del teletrabajo y la consecuente reducción en la demanda de oficinas tradicionales, muchos activos inmobiliarios están siendo reconvertidos en viviendas. Este enfoque fomenta la reutilización sostenible de inmuebles y la reconversión implica desafíos técnicos y legales, como la necesidad de adaptar la infraestructura existente a estándares residenciales (accesibilidad, ventilación, eficiencia energética) y cumplir con las normativas locales.

Las oportunidades del sector living tanto para los ciudadanos como para los inversores son claras y con gran futuro si se focalizan en puntos clave como buscar ubicaciones estratégicas, así como la integración de la tecnología o una construcción modular, reduciendo significativamente los tiempos para satisfacer la alta demanda existente en la actualidad.

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