
La propuesta que el PP envió al Gobierno para paliar el impacto de la situación arancelaria planteada por EEUU incluía medidas en la buena dirección para limitar el daño de las tasas en el tejido productivo. Entre ellas la reducción de las cotizaciones sociales, el ajuste del IRPF a la inflación y la introducción de incentivos fiscales a los negocios que impulsen su innovación o su internacionalización. Una adecuada respuesta ya que estas iniciativas limitarían el alza de los costes de producción que las empresas sufrirán por los aranceles. Pese a ello el Gobierno ha desechado la mayoría de estas medidas limitándose a impulsar créditos y seguros por valor de 7.720 millones, lo que constituye una propuesta insuficiente para las empresas afectadas.