
El mercado laboral ha registrado un comportamiento positivo tras la pandemia. Sin embargo, existen signos que ponen en duda la persistencia de esa evolución favorable. Uno de ellos es el número de parados (casi 18) que aspiran a cada puesto de trabajo disponible. Pero más aún el hecho de que el mayor volumen de candidatos se concentre precisamente en los sectores que necesitan menos personal, como actividades artísticas. Por el contrario, el número de parados aptos para otras áreas con un mayor porcentaje de vacantes (sanidad y profesiones técnicas) cae estrepitosamente. Queda patente el fracaso de las políticas activas de empleo, que deberían reciclar a los parados, y de la formación para terminar con este grave desajuste del mercado laboral.