
La tarifa regulada del gas (TUR) ha bajado un 20%, lo que deja fuera del mercado al precio liberalizado con diferencias que alcanzan hasta el 40%. Pero este descenso provocado por la reducción del 36% del coste de la materia prima también preocupa a las propias comercializadoras de la TUR. Ello debido a que los precios actuales les pueden generar pérdidas, además de suponer un incentivo al consumo de energías fósiles. Por si fuera poco, también se puede originar un déficit de tarifa en el gas. Para resolver esta situación y evitar que fracase el mercado liberalizado de gas, el sector ha enviado una carta al Ministerio de Transición Ecológica en la que exponen su preocupación. Urge que el Ejecutivo escuche el mensaje de las empresas y acometa la revisión de la TUR.