Madrid
Cataluña aspira a convertirse en referencia del sur de Europa en infraestructuras digitales. Con ese objetivo la Generalitat lanza una estrategia para promover la implantación de centros de datos en el territorio.
Una hoja de ruta que sitúa estas instalaciones como proyectos estratégicos empresariales, lo que les permitirá acogerse a medidas de simplificación para reducir los trámites administrativos.
Este tipo de políticas se contraponen a las del Gobierno central que acusa a estas instalaciones de no generar empleo. Una acusación que carece de argumentos ya que por cada euro que se invierte en centros de datos se logra un efecto multiplicador de siete euros en la economía. Cataluña acierta así de pleno al seguir el ejemplo de Aragón y apostar por estas infraestructuras.
