
Inditex cerró la sesión del miércoles con una caída superior al 8% en bolsa. Un desplome a consecuencia de unos resultados que decepcionaron al mercado. Ello pese a que la textil cerró 2024 con cifras récord que, además batieron las previsiones.
Así, la facturación creció un 7,5%, mientras que las ganancias lo hicieron al 9%. Porcentajes que, junto a los elevados márgenes, evidencian la buena salud del negocio de la empresa. El problema es que Inditex puso fin el pasado año a 3 ejercicios consecutivos de crecimiento a doble dígito. Además, el arranque de 2025, con un alza del negocio del 4%, hace prever que este año tampoco será capaz de crecer tanto como había acostumbrado a unos inversores que con la caída de la acción demuestran su elevada exigencia con la firma.