
Tengo un hijo, arquitecto por la Escuela de Madrid, que trabaja en su especialidad en Londres. Él dice que del Reino Unido no le gusta ni el paisaje ni el paisanaje, pero acaba de darme una nieta hija de una encantadora británica. Sea como sea, siempre me he interesado por lo que allí ocurre. Me pareció que el Brexit era un mal paso y compruebo que la mayoría de los británicos piensa ya lo mismo que yo. Veamos.
El joven Duncan, que estudia Ciencias Actuariales y Finanzas en la Bayes Business School de Londres, conoce muy bien el sentimiento de hostilidad hacia Bruselas de la Inglaterra profunda. Y, aun así, le revienta el Brexit. ¿Por qué? Oigamos su respuesta:
"Siempre lo he considerado algo contrario a la prosperidad y a la especialización. Desde pequeño me vi a mí mismo viajando y viviendo en la UE. No sé… en Fráncfort, en Múnich… Ahora sé que eso es muy difícil porque el Brexit ha limitado por completo mi movilidad. Empiezo a pensar que me va a ser más fácil irme a Estados Unidos que a Europa".
Otro joven, Jerves Aroda (18 años), de familia ugandesa, estudia Ingeniera Civil y de Infraestructuras en la City University of London.
"Siempre he querido trabajar fuera de este país, porque aquí no creo que haya tantas oportunidades como en el resto de Europa. Mi sueño era viajar a Alemania, donde tienen unas facultades de ingeniería estupendas. Me hubiera encantado vivir o trabajar allí, pero veo que ahora es prácticamente imposible, al haber perdido todos los derechos que teníamos como miembros de la UE".
En 2011 casi 400.000 jóvenes británicos habían vivido durante más de un año en algún país del territorio Schengen. Diez años después, ya sólo era posible realizar esa escapada sólo como turista, sin posibilidad de trabajar.
Andrea Yanguas tiene 19 años, lleva más de 10 viviendo en el Reino Unido y estudia Ciencias Políticas en el King's College de Londres: "Que nos hayan separado de la realidad foránea es algo que sencillamente arruina nuestro futuro".
Muchos jóvenes españoles que lograron poner un pie al otro lado del canal de la Mancha antes de que el Brexit frenara en seco esa aventura, se expresan ahora con irritación.
Ningún político británico parece dispuesto a volver a plantear un referéndum de vuelta a la UE, pero con la llegada del laborismo al poder (julio de 2024), la UE pensó que era el momento de dar una oportunidad a los jóvenes británicos. Planteó al nuevo Ejecutivo británico el llamado Esquema de Movilidad Juvenil. Era un plan similar al que el Reino Unido tiene con otros países, como Australia, y permitiría vivir, estudiar y trabajar a ambos lados del canal por un periodo de cuatro años a los menores de 30.
Pero hasta la fecha y por temor a la posible reacción de la derecha populista que lidera Nigel Farage, el primer ministro Starmer ha rechazado esa propuesta, a pesar de su voluntad expresada de propiciar un reinicio de las relaciones con la UE. Como se ve, la derecha contraria a la movilidad de los jóvenes ingleses sigue mandando allí.