Si inviertes, inviertes. Si hablas de política, hablas de política. Lo que no se debe hacer es invertir en base a criterios políticos.
Las consecuencias económicas de la paz no dependen necesariamente de si esa paz es justa o injusta. No digo que sea justo, ético o correcto, digo que esa es la realidad.
No voy a entrar en si el acuerdo de paz que se está gestando para Ucrania es justo o injusto. En primer lugar, porque todavía no sé sabemos cómo va a ser. En segundo, porque no es mi negociado. Mi trabajo es detectar cuáles son sus consecuencias económicas y, más concretamente, sobre las finanzas de nuestros asesorados. De la política se deben ocupar los políticos. Que, por cierto, hace tiempo que su desempeño deja mucho que desear.
También es una realidad que en la guerra de Ucrania el enfrentamiento no es solo entre Ucrania y Rusia: es también entre la OTAN / Occidente y Rusia. Y lo ha sido, sobre todo, entre el EEUU de Biden y la Rusia de Putin. Esa es la realidad. Y, nos guste o no, parece que la realidad es que un posible acuerdo pasa por la normalización de relaciones entre EEUU y Rusia. Sobre todo porque así lo ven el invasor – Rusia - y el socio mayoritario de la OTAN (EEUU). Y digo socio mayoritario porque, a día de hoy, aporta el 70 % del presupuesto. Y el grueso de la tecnología militar.
La realidad es que esos son los dos principales jugadores de esta desgraciada historia. Y que en las democracias cambian los presidentes. Y que es muy difícil que en Rusia se vaya a producir esa alternancia. Esa es la cruda realidad. Y en el mundo de las inversiones, la realidad muerde. Si la ignoras, te lo recordará en forma de coste de oportunidad o en forma de pérdidas. Afortunadamente, en esta ocasión la realidad es positiva para los mercados.
El efecto positivo directo es sobre Europa. Como dije en su día, la primera condición que iba a poner Putin sería la eliminación de las sanciones. A lo mejor Europa no las quita - de forma inmediata -, pero en el momento que las quite EEUU, Rusia se quitará de encima el coste de intermediación. Rusia se las saltaba utilizando intermediarios, pero eso tiene un coste. Si hay acuerdo, podrán vender sin intermediarios.
Es más, en Europa los políticos se mostrarán inicialmente ofendidos, pero luego aceptarán la entrada de energía y materias primas baratas utilizando cualquier pretexto. Si seguía llegando gas ruso en plena guerra, parece difícil que le hagan ascos en plena paz. Y no olvidemos que no es solo gas o petróleo: Rusia es el mayor productor del mundo de materias primas. Si las sanciones colaboraron a que se disparara la inflación en Europa, es lógico pensar que su desaparición ayude a que baje.
Pero no acaba ahí la cosa. Otro de los motivos por los que la economía Rusa ha seguido creciendo es que se convirtió en una economía de guerra. Y la economía de guerra también genera crecimiento. Y ahora quien va a entrar en economía de guerra es Europa. Seguro que EEUU nos va a exigir comprarles a ellos las armas, pero algo del pastel del rearme se quedará en la UE. Y esto afecta directamente a las empresas que fabrican armas, pero tiene también efectos indirectos en todo tipo de industrias y actividades.
El lado negativo es que Europa quiere pagarlo todo con deuda, cuando el nivel de deuda es ya muy alto y podría pasar factura a los bonos europeos. Pero también es cierto que, si la paz y el rearme aportan unos puntos de crecimiento al PIB, el ratio de deuda/PIB no tendría por qué empeorar significativamente.
Pero volvamos a la inflación, que es donde podría estar el mayor "dividendo de la paz".
Uno de los motivos por los que Trump no tiene ningún problema en quitar las sanciones es porque su prioridad es que baje la inflación. Y considera que la forma de hacerlo es abaratar el coste de la energía. De ahí lo de "drill baby drill". No solo quiere que EEUU extraiga más petróleo y gas, sino que Rusia venda todo lo posible. Ese escenario es beneficioso para la inflación a nivel global. Las consecuencias son tan amplias que no podemos enumerarlas aquí. Pero las vamos a tener muy en cuenta en nuestra estrategia de inversión.
Otra consecuencia del "dividendo de la paz" es que podría bajar la tensión geopolítica global. Detrás de Irán está Rusia, detrás de Israel está EEUU, etc. Si se llevan mejor - o al menos se comunican - es más difícil que se produzcan conflictos. No sé si esto es justo o injusto, lo que sé es que puede reducir la volatilidad con origen en la geopolítica y que eso es bueno para las bolsas.