Opinión

Trump y su impacto en la reputación de los Estados Unidos: peor fuera que dentro

El nuevo inquilino de la Casa Blanca lleva meses copando titulares en la prensa internacional, antes incluso de ocupar el cargo, debido a su discurso populista y de confrontación que hace temblar algunos pilares del actual orden mundial. Tras su toma de posesión, las primeras medidas que ha tomado no han hecho más que constatar las preocupaciones de los observadores internacionales: guerra comercial abierta con China, elevados aranceles a sus países vecinos y principales socios comerciales, amenazas de tomar el canal de Panamá por la fuerza o de hacerse con el control de Groenlandia, salida de los acuerdos de París para la lucha contra el cambio climático, retirada de ayudas a países en vías de desarrollo, deportaciones masivas de emigrantes irregulares, …

Es muy probable que estas medidas y amenazas estén teniendo un impacto relevante en la percepción internacional de los Estados Unidos. Si tomamos como precedente la primera legislatura del presidente Trump, iniciada en enero de 2017, los estudios publicados en aquel momento mostraron una importante caída en la reputación del país, sobre todo en atributos relacionados con el entorno político e institucional y la percepción ética.

En este segundo mandato lo más probable es que veamos una caída de la reputación de los Estados Unidos en términos similares a la experimentada en 2017, pues se repiten algunas de sus causas. Las primeras medidas de la Presidencia Trump probablemente tendrán impacto en la percepción internacional de variables como: "Líderes respetados", "Participante responsable de la comunidad internacional", "Respeto por los derechos humanos", …

Nos gustaría hacer un punto específico sobre el cuidado del medioambiente y la lucha contra el cambio climático. En los últimos años hemos detectado una importantísima sensibilización de la opinión pública internacional ante la emergencia climática. Nuestros datos muestran que el cuidado del medioambiente y la lucha contra el cambio climático se han convertido en elementos clave de la construcción de la reputación de un país.

La salida inmediata de los acuerdos de París, el discurso negacionista del presidente Trump en esta materia y su apuesta por mantener la producción y consumo de combustibles fósiles puede tener un enorme impacto en la reputación del país, probablemente mayor que lo tuvo en 2017, cuando estos temas no eran tan prioritarios para el público internacional.

La pregunta más difícil de contestar es cómo evolucionará la reputación interna de esta nación. ¿Mejorará la propia percepción de su país de los estadounidenses, o por el contrario seguirá la misma tendencia que la percepción internacional?

Tenemos que pensar que el presidente Trump ganó el voto popular, y que una gran parte de la población estadounidense se ha mostrado alineada con su discurso.

Es cierto que esto ha sucedido en un clima de polarización con opiniones muy divergentes en otros sectores de la población.

Si volvemos a la experiencia histórica, en 2017, cuando la reputación internacional de Estados Unidos caía con fuerza, la reputación interna se mantuvo estable.

Un ejemplo de un hecho similar que podríamos usar de referencia fue la votación del Brexit en el Reino Unido. Los datos de los estudios de reputación país realizados justo después mostraban un efecto inverso en la reputación interna y externa. Cayó la reputación externa (sobre todo entre la población de otros países europeos), pero sin embargo mejoró la propia percepción interna entre la opinión pública británica.

Por todo lo anterior, nuestra previsión es que la reputación internacional de los Estados Unidos sufrirá un importante deterioro en 2025, pero su reputación interna probablemente se mantendrá estable.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky