Opinión

¿Qué esperar de las valoraciones de las compañías en 2025?

  • La revalorización está marcada por un aumento en los múltiplos de cotización

Vivimos en un momento de gran volatilidad, marcado por constantes noticias tras las elecciones en EEUU y los cambios de gobierno en varios países europeos, junto con continuos avances tecnológicos que parecen transformar el paradigma imperante casi a diario, impactando significativamente los mercados de capitales. Cabe preguntarse: ¿Qué podemos esperar este año de las valoraciones de las compañías? ¿Seguirán la tendencia alcista de los últimos años? ¿Aumentará la percepción de riesgo de los activos, provocando una corrección en las valoraciones?

Un hecho es incuestionable: 2024 fue un año extraordinario para los mercados de acciones, que experimentaron una revalorización significativa. El IBEX35 subió cerca de un 20% durante el año, mientras que el S&P500 creció casi un 25%. Esto ocurrió en un escenario macroeconómico donde los tipos de interés moderaron su reducción en la última parte del año y la inflación mostró un comportamiento relativamente estable, especialmente en comparación con años anteriores. Esta revalorización también es extrapolable al universo de compañías no cotizadas, ya que las referencias de valoración utilizadas por los profesionales se basan en métricas derivadas de la información pública y en tiempo real de empresas cotizadas.

Aunque un análisis más detallado sectorial se encuentra en nuestro informe A&M Valuation Insights, publicado en diciembre pasado, aquí exploraremos las claves cuantitativas para responder estas preguntas.

Si atendemos a la pregunta de por qué ocurrió esta revalorización, observamos que, en EEUU, donde las perspectivas empresariales son más optimistas, se observa un doble efecto. Por un lado, la prima implícita de riesgo del mercado ha continuado su descenso, situándose por debajo de la media histórica y alcanzando su nivel más bajo en 20 años, en torno al 2,5%. Por otro, los múltiplos de cotización han aumentado, continuando la tendencia de los últimos dos años, a pesar de la mejora generalizada de resultados empresariales. Esto refleja valoraciones más agresivas y una menor percepción del riesgo asociado a la materialización de dichos resultados. Sin embargo, cualquier incertidumbre futura podría impactar significativamente el valor de las compañías.

En Europa el mismo análisis muestra resultados distintos. Si centramos nuestro análisis en España, la prima de riesgo ha fluctuado en torno a su promedio histórico de 20 años mientas la revalorización de las compañías ha estado impulsada por un aumento en los múltiplos de cotización, alcanzando niveles previos a la crisis del COVID. Esta tendencia sugiere un reconocimiento por parte del mercado de una normalización tras las incertidumbres del periodo 2020-2022, aunque sin una reducción notable en la percepción de riesgo ni un incremento significativo en las expectativas de resultados.

Al analizar los datos que pudieran impactar en el comportamiento de las valoraciones en 2025 en España, no observamos desviaciones importantes de los principales indicadores con respecto a sus promedios históricos, lo que en principio limita la probabilidad de cambios significativos. La prima de riesgo implícita se encuentra cerca de su promedio de los últimos 10 años, mientras que, aunque el diferencial entre el bono a 10 años y el earnings yield se ha reducido considerablemente desde los máximos de 2021, aún se mantiene dentro de los promedios históricos. Este análisis es bien distinto cuando observamos las compañías en EEUU donde los mismos indicadores están en mínimos históricos de las últimas dos décadas.

El principal indicador que sigue fuera de sus promedios históricos en Europa es el diferencial de valoración entre grandes y pequeñas compañías, que permanece en niveles elevados. Esto refleja una preferencia de los inversores por empresas grandes, con ingresos más diversificados y menor riesgo. ¿Será 2025 el año en que este diferencial disminuya? Aunque difícil de predecir, es razonable suponer que, en un entorno más favorable, antes de una reducción en la prima de riesgo implícita del mercado, podría observarse una disminución de este diferencial.

Como profesionales de valoración, abordamos las previsiones con cautela, respaldándonos siempre en análisis cuantitativos. Estos indican que 2025 será un año de relativa estabilidad en las valoraciones en España, con riesgo de corrección en EEUU. Solo un cambio relevante en las perspectivas de resultados empresariales podría alterar este escenario.

Será por tanto crucial seguir de cerca los resultados de 2024 y del primer trimestre de 2025 para confirmar estas predicciones. Los invitamos a revisar nuestros análisis actualizados en futuros informes, donde evaluaremos nuestras proyecciones, ajustaremos nuestras conclusiones y continuaremos el debate.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky