
Tal y como esperaba el mercado, el BCE anuncia la cuarta bajada de tipos consecutiva de 25 puntos básicos, lo que supone el quinto recorte desde junio, dejando el precio del dinero en el 2,75%. Con este movimiento, el eurobanco se aleja de la Fed que esta misma semana decidió mantener sin cambios el precio del dinero en EEUU.
La divergencia entre ambas entidades es comprensible. Para empezar, el BCE ya ve posible que la inflación alcance este año su objetivo del 2%. Pero además, la situación económica es muy diferente en ambas regiones. EEUU creció al 2,8% en 2024, mientras que Francia y Alemania lastran el PIB de la eurozona hasta un alza de solo el 0,7%. Es por ello lógico que el eurobanco siga su propio camino y rebaje tipos para estimular la economía europea.