
A la hora de comprarse un coche se puede optar por el más barato o el más bonito, pero también por el más fiable. En bolsa, los inversores que preferirían esta última opción son los que siguen la filosofía quality, que se diferencia del growth y el value por no seleccionar las firmas en función de su precio y sus valoraciones, y sí por la calidad de sus fundamentales.
Detrás de esta tesis está la teoría de que comprar lo bueno siempre es rentable. Algo que confirma el índice MSCI Quality, que sube desde 2013 unos 100 puntos más que la bolsa global. Siguiendo este criterio de apostar por la calidad, la bolsa española ofrece un ramillete de firmas fiables. Ahora bien, esta estrategia ni ninguna otra puede garantizar plusvalías a corto plazo. Es muy importante buscar el momento oportuno.