
La entrada de la saudí STC en el capital de Telefónica hace 15 meses supuso un terremoto en España por la importancia estratégica de la teleco. De hecho, el Gobierno se planteó utilizar el llamado escudo antiopas que se diseñó durante el Covid para proteger a las cotizadas españolas de la injerencia extranjera.
Pero desde el principio STC ha renunciado a un sillón en el Consejo de Telefónica afirmando que su único interés era financiero. Si ese era realmente el objetivo de la compañía, la realidad es que en este periodo lo ha cumplido con creces. Lo demuestra el 15% de rentabilidad que ha logrado con el alza de la acción, que escala hasta el 28% si se tienen en cuenta los dividendos. Un alto retorno que revela el acierto de STC en su apuesta porTelefónica.