
El Grupo Prisa enfrenta serias dificultades financieras debido a su abultada deuda, que supera los 830 millones. Ello debido a que uno de sus grandes acreedores, Pimco, bloquea el proceso de refinanciación. Ante esta situación, la editora de El País y la Cadena Ser solo tiene dos opciones que no serán fáciles de sacar adelante.
La primera, una ampliación de capital que en este momento es complicada de llevar a cabo por el alto apalancamiento. La segunda pasaría por la venta de Santillana. Una operación que ya genera una guerra en la cúpula del grupo, al negarse el presidente Joseph Oughourlian a desprenderse de la única área de negocio realmente rentable de la empresa. La refinanciación que tanto necesita Prisa está así en el aire, lo que amenaza el futuro de la compañía.