
Quince empresas del Ibex afrontan en 2025 el pago de 15.600 millones de deuda vehiculada en bonos corporativos.
Vuelve así a abrirse para estas compañías el dilema de amortizar las obligaciones o refinanciarlas en las condiciones actuales del mercado. Esta última parecería la acción más lógica en un contexto de reducción de tipos. Ahora bien, los intereses de los bonos que vencerán en 2025 es sensiblemente inferior al cupón que el mercado de deuda corporativa exige ahora, pese a las rebajas de tasas del BCE y la Fed.
Es por ello que el contexto actual ofrece una oportunidad a las grandes empresas españolas para seguir moderando su apalancamiento, una ratio que en el Ibex, si bien está en mínimos no vistos desde 2006, aún es ligeramente superior a sus comparables europeos.