
Al menos 155 personas han muerto por las lluvias torrenciales y las inundaciones provocadas por la DANA en Valencia. Un número de víctimas inasumible en un país desarrollado y digitalizado en el que existen mecanismos para alertar a la población con antelación.
De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) llevaba informando desde hace una semana de la peligrosidad de la DANA que se acercaba. Pese a ello la Generalitat Valenciana mandó el aviso de emergencia a los móviles 8 horas después de que la lluvia desbordara los barrancos y 12 horas más tarde desde que la Aemet decretara la alerta roja. Una descoordinación que ha resultado fatal y que refleja la urgente necesidad de definir un protocolo claro para que las administraciones sean más agiles en el futuro.