
Ana Isabel Hernández, CEO Quality Lives
El bienestar empresarial ha dejado de ser un lujo reservado para grandes multinacionales. En el entorno corporativo actual, cada vez más organizaciones, independientemente de su tamaño o sector, reconocen que invertir en el bienestar de sus colaboradores no solo es una responsabilidad social, sino una estrategia clave para mejorar la productividad, fidelizar el talento y, en última instancia, impulsar el crecimiento.
Sin embargo, ¿Qué significa realmente el bienestar empresarial y cómo puede beneficiar tanto a las empresas como a sus empleados? Empecemos por las bases, qué es realmente el bienestar empresarial.
El bienestar empresarial abarca un enfoque integral en la salud física, mental y emocional de las personas que trabajan en la compañía. Este concepto va más allá de los beneficios tradicionales, como el seguro médico o las bonificaciones salariales, y se centra en crear un entorno en el que los empleados se sientan valorados y apoyados en todas las facetas de su vida, poniendo a la persona y su cuidado en el centro.
Un programa de bienestar efectivo aborda no solo la salud física, mediante iniciativas como gimnasios in situ o descuentos en membresías deportivas, sino también la salud mental, con acceso a servicios de asesoramiento psicológico, coaching personal, o programas de mindfulness. Además, incluye una dimensión financiera, ayudando a los empleados a gestionar mejor su dinero y planificar para su futuro, reduciendo el estrés asociado a potenciales problemas económicos.
Realmente tanto el bienestar como la productividad constituyen un binomio inseparable.
Los estudios han demostrado que los empleados que se sienten bien cuidados por su empresa son significativamente más productivos y su nivel de compromiso con las personas con las que trabaja día a día es mayor. Esto se debe a que un entorno laboral que promueve el bienestar contribuye a reducir los niveles de estrés, mejora la concentración y aumenta el compromiso con las metas de su entorno corporativo.
De hecho, según un estudio de Gallup (*), las empresas con altos niveles de bienestar entre sus empleados experimentan un 21% más de rentabilidad y un 17% más de productividad. Un ejemplo claro de esto es Google, que ha invertido grandes cantidades en la creación de espacios laborales que promueven el bienestar de sus trabajadores. La compañía ha implementado desde áreas de descanso hasta programas de formación continua que estimulan tanto el crecimiento personal como el profesional.
Y la realidad es que los beneficios son tangibles para los colaboradores de la empresa.
Las personas que forman parte de organizaciones comprometidas con el bienestar disfrutan de una serie de beneficios que van más allá de su trabajo diario.
La reducción del estrés es de los primeros que se aprecian. Un ambiente que promueve el equilibrio entre la vida laboral y personal, con políticas de trabajo flexible o programas de gestión del tiempo, ayuda a reducir el agotamiento y mejora la salud mental.
Sentirse valorado por la empresa y saber que se están tomando medidas activas para apoyar su bienestar son igualmente valiosos ya que aumenta considerablemente la satisfacción laboral.
El aumento de la lealtad es también un beneficio que se aprecia casi desde el principio. Un empleado que siente que la empresa cuida de él estará mucho más dispuesto a permanecer en la organización a largo plazo, reduciendo así la rotación y el coste asociado a la contratación y formación de nuevos talentos.
Por otro lado, hoy en día, las personas que seleccionan una candidatura a la que optar buscan mucho más que un buen salario monetario cuando evalúan una oportunidad laboral. Las nuevas generaciones, en particular, valoran enormemente el equilibrio entre la vida laboral y personal y buscan empresas que se alineen con sus valores en términos de bienestar. Por ello, las compañías que invierten en programas sólidos de bienestar tienen una ventaja competitiva clara a la hora de atraer y retener talento de alta calidad.
Según una encuesta de Deloitte, el 80% de los empleados jóvenes consideran que el bienestar en el trabajo es un factor importante al elegir un empleador, y el 50% prioriza esto sobre el salario. Esto demuestra que las empresas que ignoran el bienestar pueden estar perdiendo la oportunidad de atraer a los mejores talentos del mercado.
No menos valorables es el impacto de la salud mental en el éxito empresarial.
La salud mental ha cobrado protagonismo en las conversaciones sobre bienestar empresarial. El estrés crónico, la ansiedad y el agotamiento no solo afectan negativamente a los empleados, sino que también cuestan miles de millones a las empresas en bajas por enfermedad, pérdida de productividad y rotación de personal.
Iniciativas que promueven la salud mental, como sesiones de mindfulness, terapias psicológicas o simples espacios de desconexión, marcan una gran diferencia. Las empresas que cuidan este aspecto no solo mejoran el bienestar de sus empleados, sino que también logran un retorno de inversión significativo al reducir costes relacionados con el absentismo y el bajo rendimiento.
Invertir en bienestar empresarial no solo beneficia a los empleados; también tiene un impacto directo en la cuenta de resultados. Un estudio de la Universidad de Warwick realizado en el 2015 cuando aún no se habían desarrollado tanto como ahora las estrategias de bienestar corporativo, ya mostró en su día que los empleados felices son un 12% más productivos. Esto, sumado a la reducción de los costes asociados al absentismo, la rotación de personal y los accidentes laborales, convierte al bienestar en una inversión rentable.
Muchas empresas han visto cómo su cultura laboral ha mejorado de manera significativa al implementar programas de bienestar, pero para obtener resultados óptimos, es crucial diseñar estrategias personalizadas que se ajusten a las necesidades específicas de cada organización.
Pero ¿Cómo puede ayudar una consultora especializada en bienestar?
Implementar un programa de bienestar exitoso no es algo que se deba improvisar. Una consultora especializada en bienestar empresarial puede ayudar a diseñar y ejecutar un plan adaptado a las necesidades y cultura de cada empresa. Desde la evaluación de los puntos críticos hasta la implementación de soluciones tecnológicas, estas empresas pueden marcar la diferencia entre un programa genérico y uno que realmente impacte la productividad y el compromiso de los empleados.
La empresa que aún no haya dado el paso, es el momento de considerar el bienestar como una inversión estratégica. Contar con el apoyo de expertos en la materia no solo te permitirá mejorar la satisfacción de los empleados, sino también impulsar los resultados a largo plazo.