Opinión

Es hora de avanzar

  • El AVE Madrid-Lisboa podría estar listo para 2034
  • El proyecto debe ser catalizador para la atracción de turismo y eventos como el Mundial de Fútbol de 2030

El AVE Madrid-Lisboa es un proyecto estratégico de vital importancia para España, Portugal y para toda Europa. No se trata solo de una conexión ferroviaria más; es un símbolo de progreso, cooperación y desarrollo compartido.

Uno de los proyectos estratégicos y esenciales para el futuro de Madrid y del suroeste español es la conexión del AVE Madrid-Lisboa. Los empresarios madrileños y las organizaciones que les representamos, siempre trabajamos para apoyar el progreso y el desarrollo económico de nuestra región.

Poner en marcha el ave entre la capital lusa y la española no solo representa un salto cualitativo en términos de movilidad, sino que tiene el potencial de transformar radicalmente nuestras economías, nuestra logística y la cohesión social y medioambiental de ambos países.

Es inadmisible que, en pleno siglo XXI, aún no tengamos una conexión ferroviaria de alta velocidad entre ambos países. Hace ya más de dos décadas, en 2003, que se firmó el Acuerdo de Figueira con el año 2010 como horizonte para la puesta en marcha de esta línea. Sin embargo, estamos ya en 2024 y seguimos sin avances significativos. No podemos seguir postergando un proyecto que debería haberse materializado hace tantos años. Y mucho menos, conformarnos con la idea que algunos sugieren que este AVE podría estar listo en 2034.

Los empresarios madrileños hemos sido claros: Exigimos al Gobierno de España que trabaje para garantizar que esta conexión esté operativa antes de 2034. No podemos permitir que se pierdan más oportunidades estratégicas, como el Mundial de Fútbol de 2030, una cita que nos brindaría una ocasión única para mostrar al mundo una España y una Portugal modernas, unidas y competitivas. Este evento global debe ser un catalizador, no una fecha que pase desapercibida en el calendario de promesas incumplidas.

El impacto económico de esta infraestructura es incuestionable. Lisboa es un puerto clave en el Atlántico, mientras que Valencia lo es en el Mediterráneo. Unir ambos puntos a través de Madrid potenciaría enormemente el Corredor Atlántico-Mediterráneo, fomentando el comercio y la logística de forma eficiente y sostenible. La competitividad de nuestras empresas depende en gran medida de unas conexiones rápidas y seguras. En un contexto global, donde la rapidez en el transporte y la reducción de costes logísticos son factores clave, no podemos permitirnos estar a la zaga.

Los expertos del sector ferroviario que hemos reunido en la última jornada de Madrid Foro Empresarial sobre el Futuro del AVE Madrid-Lisboa compartieron datos dejan clara la magnitud de la relación entre España y Portugal. El 20% del PIB luso está vinculado a empresas españolas, y el 30% de las importaciones de Portugal provienen de España. Es obvio que las economías de ambos países están estrechamente interrelacionadas, y que mejorar la conectividad ferroviaria entre nuestras capitales solo puede potenciar estas relaciones. Además, el ferrocarril es una alternativa mucho más sostenible en comparación con el transporte por carretera, ya que contamina un 87% menos. El puerto seco de Coslada, por ejemplo, mueve 150.000 contenedores al año, pero la mayoría de este tráfico se realiza por carretera. Es fundamental cambiar esta dinámica si queremos avanzar hacia una logística más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.

La implementación del AVE Madrid-Lisboa no solo impulsaría el comercio y la logística, sino que también tendría un impacto directo en la creación de empleo y el desarrollo social. Las regiones intermedias entre ambas ciudades, muchas de las cuales sufren despoblación, verían un impulso económico significativo. El turismo también experimentaría un notable crecimiento, al facilitar el acceso rápido y cómodo entre dos de las ciudades más atractivas de la Península Ibérica. La cohesión social entre ambas naciones, históricamente hermanadas, también se fortalecería.

El retraso en la adopción de tecnologías en el sector ferroviario ha sido señalado por estos profesionales como uno de los factores que han contribuido a la demora de este proyecto. La tecnología en el sector ferroviario va con retraso en comparación con otras industrias de movilidad. Por eso, es imperativo que invirtamos en innovación y adoptemos las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, para acelerar los procesos de construcción y mejora de las infraestructuras ferroviarias. En esta línea, han destacado que el mantenimiento predictivo y prescriptivo, basado en el análisis de datos, ya permite maximizar el uso de los trenes y las infraestructuras. Estos avances deben ser aprovechados para que proyectos como es esta conexión de alta velocidad no sufran más retrasos.

Desde Renfe señalan que la internacionalización es un pilar fundamental de la compañía y que están trabajando para operar en Portugal, como ya lo hacen en otros países. Esto demuestra que existe un interés claro y firme por parte de las empresas del sector en sacar adelante este proyecto, y que solo falta la voluntad política necesaria para agilizar su puesta en marcha.

Por su parte, el Ministerio de Transportes está ya trabajando para que la conexión entre Madrid y Lisboa esté operativa antes de 2034 y han asegurado que podría lograrse una reducción del tiempo de viaje a seis horas en 2027. Sin embargo, desde Madrid Foro Empresarial consideramos que esto sigue siendo insuficiente. No podemos conformarnos con soluciones a medias. Queremos un AVE de verdad, no una línea que tarde seis horas en conectar ambas ciudades. En 2034, el trayecto podría reducirse a tres horas, pero insistimos en que este objetivo debe alcanzarse mucho antes. La competitividad de nuestras economías y la prosperidad de nuestros ciudadanos no pueden esperar más.

No podemos permitir que la inacción y los retrasos sigan lastrando nuestro futuro. El Gobierno de España debe asumir su responsabilidad y trabajar de manera decidida para que esta infraestructura sea una realidad mucho antes de 2034. Madrid, Lisboa y el resto de Europa lo merecen. Es hora de avanzar.

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