Opinión

Sin solución a la baja productividad

  • Pese a presentar un PIB del 4,7% por encima de 2019, la riqueza de las personas solo se incrementa un 0,1%

España e Italia son las dos grandes economías del euro que más crecen desde la pandemia. El PIB de ambos países está ya muy por encima del propio de 2019, un 4,7% en el caso de España. Pero en el caso español este potente crecimiento no se traslada a la riqueza de las personas.

Así, el PIB per cápita nacional crece solo un 0,1% desde entonces mientras que el transalpino repite el sólido 4,7%. Este dispar comportamiento se debe a que el alza de la economía española se ha apoyado en el aumento de la población, el consumo público y las exportaciones de servicios (turismo), mientras que Italia se enfoca en la inversión y las exportaciones de bienes.

En otras palabras, la llegada de extranjeros en edad de trabajar impulsa la economía nacional porque hay un mayor número de personas produciendo. Pero a la hora de repartir esa riqueza extra ese mismo incremento de la población total impide que mejore el PIB per cápita. Por dicho motivo, la mejor estrategia de crecimiento de un país es aquella basada en la mejora de productividad por hora trabajada. Y aquí es donde encontramos el eterno problema de la economía española, que se debe al alto peso que en nuestro PIB tienen sectores de escaso valor añadido, como el turismo.

Pero también a una política económica basada en la voracidad recaudatoria que resta recursos a las empresas para invertir y que va en contra del necesario impulso de la productividad que el país necesita. Lo mismo ocurre con próximas medidas como la reducción de horas trabajadas sin que ello incluya iniciativas que impulsen la productividad. Solo con reformas, incentivos y rebajas tributarias se conseguirá que las empresas aceleren la creación de empleo que el país requiere para mejorar su competitividad y, con ello, la riqueza de las personas.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky