El Ministerio de Seguridad Social ultima la aprobación de un reglamento de extranjería en el que trabaja junto a los representantes de empresarios y trabajadores y las comunidades autónomas. El texto prevé aprobarse en noviembre y flexibilizará los requisitos que enfrentan los inmigrantes a la hora de regularizar su situación.
En concreto, busca simplificar los procesos administrativos para agilizar las autorizaciones de residencia y los permisos de trabajo. Además, prevé mejorar la contratación colectiva en origen, ligada a los permisos de los temporeros. La elaboración de esta normativa cobra especial relevancia ante el boom de inmigrantes ilegales que están llegando a España tras la pandemia.
Un fenómeno que ha hecho que la inmigración sea por primera vez en la historia el primer problema para los españoles, según el último sondeo del CIS. Su regulación es por ello un paso necesario para paliar esta situación. Asimismo, la llegada de extranjeros es también necesaria en un contexto de envejecimiento de la población, que generará problemas en el futuro para sostener las pensiones.
Por ello, también es un paso en la buena dirección la Orden en la que el Ministerio trabaja para rebajar los criterios que se exige para contratar trabajadores extranjeros cualificados. Con ese objetivo, el departamento liderado por Elma Saiz reducirá el umbral salarial mínimo que se necesita de casi 39.000 euros a 36.250 euros para otorgar el permiso de residencia a los empleados de fuera de la UE. Este recorte sigue asegurando que los extranjeros entran en el mercado laboral español con unas condiciones salariales equiparables a los españoles. Pero, además, suponen un importante incentivo a la hora de impulsar la atracción de talento a España.