
El turismo es uno de los principales motores de nuestra economía. Y es que, lejos de restar valor a cualquier otra industria, si algo ha quedado demostrado, es que el sector turístico ha sido capaz de adaptar sus estrategias a las nuevas realidades que se van imponiendo y salir, cuanto menos, airoso de la larga travesía por el desierto a la que ha tenido que hacer frente y los nuevos retos de aceptación que están teniendo lugar en muchos destinos que creíamos consolidados.
La respuesta a la situación actual, en la que la inflación y el aumento de los costes parece que no da tregua, no hace más que ratificar ese papel clave. De hecho, el turismo resiste a las adversidades y, según datos recientes presentados por Exceltur, el turismo alcanzó cifras récord y aportó a la riqueza nacional un 12,8%, equivalente a 186.596 millones de euros, en 2023. Cifras que reafirman su importante papel como principal motor de la economía nacional al ser responsable de más del 70% del crecimiento del PIB Español.
Así, 2023 se ha convertido en un año de plena recuperación y 2024, apunta a ser el año de batir el récord actual de visitantes. Durante los seis primeros meses del año, según datos del Instituto Nacional de Estadística, el sector alcanzó las mejores cifras de la historia al acoger a 42,5 millones de visitantes, un aumento del 13% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Un crecimiento que, en parte, se debe también a la llegada de turistas internacionales los cuales, por destacar un dato, desembolsaron en el mes junio del actual ejercicio 12.373 millones de euros, lo que representa un aumento del 16,6% con respecto al mismo mes de 2023.
Bajo este contexto, se hace indispensable reflexionar acerca del nuevo perfil del turista. Concretamente, Reino Unido, Francia y Alemania son los principales países emisores de turistas a nuestro territorio. Precisamente, en abril, cada turista ha gastado una media de 1.220 euros, 4,4 % más que el año pasado, y ha tenido una estancia de cuatro a siete días. Es un hecho que el turismo desestacional ha llegado para quedarse. Estamos viviendo una mayor afluencia de turistas, más llegada de visitantes fuera de temporada alta y un gasto medio más elevado que otros años. Todos estos factores dejan claro que el actual turista busca una experiencial personalizada y establecimientos de mayor categoría y calidad.
La pregunta es, ¿España está preparada para este nuevo perfil de turista? Nuestro país cuenta con un clima excepcional, paisajes únicos y ciudades que cuentan con joyas tanto arquitectónicas como deportivas pero en lo que respecta al sector hotelero aún hay mucho que mejorar, pues está más que demostrado que es posible acelerar la rentabilidad de los activos hoteleros a través de la gestión hotelera. Muestra del éxito de este modelo lo encontramos en Estados Unidos o Reino Unido, mercados en los que el contrato de gestión, asset light o HMA (Hotel Management Agreement) lleva presente más de cincuenta años y ha sido, en gran medida, el método que ha propiciado la expansión internacional de importantes cadenas hoteleras, tanto en número de activos operados como en destinos en los que están presentes.
Se hace necesario reflexionar sobre el por qué aún en España, siendo el destino turístico por excelencia, no hemos sido capaces de desarrollar y posicionar la gestión hotelera como un modelo de éxito. Una de las principales razones es que el sector hotelero español ha seguido poniendo en práctica un modelo hotelero tradicional compuesto, mayoritariamente, por establecimientos operados en propiedad.
Sin embargo, según el Informe 2023 de Explotadores de Hoteles en Gestión y Franquicia en España elaborado por Alimarket, en el último año se está visualizando una transformación en la estructura de explotación de las cadenas hoteleras españolas. Concretamente en la explotación bajo marcas de terceros, la cual, hasta noviembre de 2023, representó un 19% de la estructura de explotación y ha registrado 830 hoteles en España con 116.000 unidades alojativas. Una cifra que se subdivide en acuerdos de management en un 13,4% y franquicias en un 5,6%. Y, aunque pueda parecer un porcentaje muy bajo, supone un avance del 40% si lo comparamos con las apenas 83.000 habitaciones que funcionaban en gestión o franquicia hace una década.
Estas cifras no hacen otra cosa que constatar que estamos ante un modelo de negocio atractivo y con alto potencial de crecimiento. Una oportunidad que permite no solo que las cadenas hoteleras españolas se expandan más allá de sus fronteras, sino también a firmas internacionales llegar a nuestro país a invertir y ofrecer un servicio impecable. Ya se ha dado un primer paso con la llegada de firmas como Hilton, Accor, IHG, Marriott International, Hyatt o Radisson Hotel Group, pero aún nos queda mucho camino por recorrer. Por esa razón ha llegado el momento de cambiar las reglas del juego y apostar por un modelo de gestión hotelera en nuestro país, que atraiga a nuestro territorio firmas hoteleras reconocidas que permitan cubrir las nuevas demandas de nuestros turistas.
La presencia de cadenas hoteleras internacionales en un país turístico como el nuestro es fundamental para la atracción y atención del turista. Estas reconocidas firmas brindan a los viajeros una sensación de confianza y seguridad, gracias a sus reconocidos estándares de calidad y servicio. Aseguran una experiencia consistente y fiable, ya que invierten en infraestructuras modernas y ofrecen comodidades avanzadas, lo que mejora considerablemente la estancia de los huéspedes y, además, gracias a sus programas de fidelización, los turistas pueden obtener y canjear beneficios a nivel global, fomentando, de esta manera, la repetición de sus visitas al mismo destino.
En definitiva, la presencia de firmas hoteleras internacionales en un país como España mejora notablemente nuestra competitividad a nivel nacional, pero principalmente en el mercado global del turismo. A la vez que impulsa la economía local mediante inversión extranjera y creación de empleo, contribuye al desarrollo profesional del talento local.
Precisamente, el progreso que anhelamos está siendo impulsado por agentes expertos en la operativa e implementación profesional de este modelo, como Panoram Hotel Management, y, por otro lado, a grandes grupos internacionales e inversores, quienes son conscientes de las ventajas de la profesionalización del contrato de gestión hotelera.
El buen hacer de las empresas de gestión hotelera será esencial pues son estas las que aplican las oportunidades de las grandes marcas, quienes conocen el alcance de las banderas, lo que ofrece cada compañía y también el mercado. En definitiva, son las encargadas de generar la unión, el acceso a los canales de distribución y la propuesta comercializadora para las grandes compañías.
Aún queda mucha pedagogía por hacer y, a pesar de que se trata de una tendencia al alza, será todo un logro si somos capaces de que el 30% del inventario en España se convierta en este tipo de contratos de management en los próximos 20 años. Sí, es un reto ambicioso, pero podemos alcanzarlo y lo primero que tenemos que hacer es hacer evolucionar las reglas del juego.