
El cambio en la senda fiscal que Junts impone al Gobierno a cambio de su apoyo en el Congreso beneficiaría a Cataluña y al resto de autonomías del régimen común. Pero más aún a los territorios con mayor peso económico.
Así, elevar el tope de déficit de las regiones al 0,8% frente al 0,1% daría un margen fiscal extra a Madrid, Cataluña y Andalucía, que oscilaría entre 1.090 millones y 2.270 millones. Con esta nueva cesión a los independentistas se podrían salvarse las cuentas de 2025. Pero en un momento de aplicación de las normas de estabilidad en la eurozona obligaría a asumir un mayor ajuste a la administración central. Un esfuerzo extra para el que no existe un plan al respecto. Tanto es así que el Gobierno acaba de aprobar un nuevo récord de techo de gasto.