
La OCDE mejora en un punto su previsión de crecimiento para España y lo eleva hasta el 2,8%, una décima más que la estimación del Gobierno. Se une así al resto de organismos nacionales e internacionales y confirma que nuestro país seguirá tirando de la economía de la eurozona, donde se espera un alza del 0,7%, con un sólido impulso del PIB que incluso supera al de EEUU, 2,6%.
Pero como la OCDE también indica, dicho avance de la economía que anticipa un nuevo récord de la recaudación en 2024, debe ser aprovechado por el Ejecutivo para "seguir la senda de la disciplina fiscal" y aplicar un ajuste que reduzca en mayor medida una deuda "demasiado alta". El problema es que el Gobierno ha dejado claro que no tiene intención de seguir este adecuado consejo.