La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) ha confirmado este miércoles en su informe adelantado de septiembre de perspectivas económicas que España va a ser la economía desarrollada que más va a crecer este año, incluso por delante de Estados Unidos. Los expertos del organismo han mejorado las previsiones de nuestro país en un punto con respecto a su informe de mayo, y eleva el avance del PIB español en el 2,8%, mientras que el estadounidense lo siguen manteniendo en el 2,6%.
La OCDE señala en el documento que el crecimiento de España, junto con Canadá, y el Reino Unido, "fue bastante sólido". Preguntado por elEconomista.es en rueda de prensa, el jefe de Economía de la OCDE, Álvaro Pereira, aseguró que este impulso de la economía española se debe "al fuerte aumento del turismo".
Aún así, Pereira advirtió que nuestro país debe "seguir la senda de la disciplina fiscal", al mismo tiempo que recomendó una reducción en los procesos burocráticos y de la competencia en el área de los servicios. "La deuda española es todavía demasiado alta", reiteró, a lo que añadió que el país debe ser "prudente" con sus cuentas públicas.
Es cierto que esta fuerte expansión del PIB ayuda a que la deuda pública del país reduzca su peso en la economía pero "no es suficiente", advirtió el portugués. En todo momento reiteró que hay que seguir recortando los pasivos del Estado, no solo como método de prevención para futuras crisis, sino también para garantizar los servicios como la Sanidad o la Educación.
Finalmente, reiteró que para que haya una mejora en la productividad y mejorar el nivel de vida, hacen falta hacer "inversiones en infraestructuras y en mano de obra cualificada".
Desde el Ministerio de Economía destacaron que estos datos "vuelven a confirmar la fortaleza de la economía española". Reiteran que afianzan las mejoras que han publicado la mayoría de organismos nacionales e internacionales.
El secretario general de la OCDE, Mathias Gorman, aseguró en rueda de prensa que, en líneas generales, el avance de las economías del G20 "ha sido relativamente sólido" y la inflación "ha seguido moderándose". En cambio, hacen una advertencia a los datos "débiles" que mostraron tanto Alemania como Argentina.

Así, proyectan que el PIB mundial "se estabilizará" en el 3,2% tanto este año como el que viene, "con una mayor desinflación, una mejora de los ingresos reales y una política monetaria menos restrictiva que en muchas economías contribuirá a apuntalar la demanda", escriben.
Esta visión de la expansión de la economía española se alinea con las predicciones emitidas recientemente por el Banco de España, con su recién nombrado gobernador, José Luis Escrivá. La entidad prevé lo mismo que la OCDE: un crecimiento 2,8% a finales de año. Al mismo tiempo, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, anunció que el Gobierno hará una mejora hasta el 2,7% para 2024.
En cuanto inflación, la organización confía en que la general se modere este año en España al 3% desde el 3,4% del año pasado, lo que supone mantener los pronósticos de mayo, mientras que, para 2025, el índice caerá al 2,1%, una décima más de lo que habían previsto a inicios de verano.
En cambio, desde el 'think tank' se muestran algo más optimistas en lo que respecta a la evolución de la inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos por su volatilidad, ya que espera que se ralentice al 2,6% este año, frente al 2,9% que preveían en mayo, mientras que para 2025 mantiene el 2,2%.
Por tanto, el IPC general de España se mantendría este año muy por encima de la media de la zona euro (2,4%), aunque para 2025 auguran que se mantendrá en la línea de los Veinte, con una tasa media prevista del 2,1%. En cambio, la subyacente de España (2,6%) se mantendrá por debajo del 2,8% de la zona euro, y el año que viene se encontrarán cerca del 2,2%.
Alemania está estancada
En el caso concreto de Alemania, los expertos de la OCDE han rebajado sus previsiones en un 0,1% con respecto a las realizadas en el mes de mayo. Es cierto que, por el momento, no se augura una recesión al cierre de este ejercicio, pero la locomotora de Europa crecerá un pírrico 0,1% a cierre de 2024, lo que determina que la economía de la locomotora de Europa está completamente estancada.
En el Bundesbank se presentó bastante más pesimista. Los expertos del banco central germano aseguran que es posible que el país esté ya en "una leve recesión", aunque no esperan que sea una caída "significativa, amplia y duradera del rendimiento económico". Con todo, señalaron que la economía alemana sigue en una fase de debilidad y de "aguas difíciles".
Teniendo en cuenta el sorpresivo dato de contracción del 0,1% en los tres primeros meses del año, se puede decir que el país está tocando la recesión con los dedos, ya que solo hacen falta dos trimestres consecutivos de caída del PIB para ello.
En la OCDE apuntan a que el crecimiento de los salarios nominales "sigue siendo elevado", en particular en Alemania, donde ahora se están moderando. Explican que el sentimiento de debilidad económica "ha contribuido a elevar el ahorro tanto doméstico como de las empresas, por lo que la actividad industrial ha sido débil".
Este débil crecimiento en Alemania lastrará el avance de la eurozona. Gorman dijo que la Zona Euro crecerá un 0,7% este año, para remontar levemente hasta el 1,3% en 2025, "con el respaldo de la actividad, con la recuperación en los ingresos reales y la mejora en la disponibilidad de crédito", explicó.
En cuanto a Estados Unidos, se proyecta que su crecimiento "se desacelerará, pero será amortiguado por la política monetaria". Así, mantienen su previsión para la primera economía del mundo en el 2,6% para este año y se desacelerará al 1,6% en 2025. Se espera que el crecimiento en China se desacelere al 4,9% en 2024 (cerca de las previsiones del Gobierno) y al 4,5% en 2025, "con un estímulo adicional de las políticas compensado por la moderada demanda de los consumidores y la profunda corrección en curso en el sector inmobiliario".