Opinión

Cómo fidelizar y desarrollar el talento en las empresas

El talento es uno de los recursos más valiosos para las empresas en la actualidad. En un entorno cada vez más competitivo, cambiante e incierto, contar con profesionales cualificados, motivados y comprometidos es clave para el éxito de cualquier organización. Esta capacidad para fidelizar el talento resulta fundamental para el crecimiento y la sostenibilidad de las organizaciones y supone también un impulso a su capacidad de adaptación.

Si atendemos a los datos publicados por Fundación BBVA en el año 2022, el número de personas que deciden abandonar España para buscar nuevas oportunidades laborales en otros países ascendió hasta las más de 400.000. En términos económicos, esta sangría de talento supuso una perdida de valor de capital humano estimada en unos 150.000 millones de euros.

Además, de entre las personas que deciden buscar oportunidades fuera del país, el 30% cuenta con estudios superiores, por lo que esta fuga de cerebros supone una pérdida de talento que bien podría ser aprovechado por las compañías que operan en España.

En definitiva, con estos datos, queda patente que retener y desarrollar el talento no es una tarea fácil. Para alcanzar este valioso objetivo, se requiere una visión más integral y estratégica de su papel en el conjunto de la empresa, desde su atracción hasta su fidelización, pasando por su crecimiento y su reconocimiento. De acuerdo con el último Informe de Rotación elaborado InfoJobs, casi un tercio de las compañías encuestadas (29%) asegura que en el último año un mayor número de personas han dejado la compañía en comparación con el año anterior. En esta línea, el Informe del Mercado de Trabajo Estatal 2023, elaborado por el SEPE, en el ejercicio 2022 se formalizaron 18.310.343 contratos a un total de 7.699.652 personas, lo que supone un índice de rotación (número de contratos por persona) de 2,38.

Según McKinsey a través de su estudio 'The State of organizations' entre las principales razones por las que los trabajadores abandonan una empresa se encuentran la falta de desarrollo y promoción profesional, expectativas laborables insostenibles o líderes no inspiradores. Así, para afrontar la situación y lograr conformar equipos fuertes y competitivos, muchas compañías ponen su foco principalmente en los procesos y las herramientas formativas y educativas que ofrecen a sus trabajadores. Esto es una muy buena forma de crear equipos capaces de aportar al negocio y la cultura empresarial, pero para abordar eficazmente los desafíos globales en materia de retención de talento, es fundamental adoptar un enfoque que tenga en cuenta el ciclo de vida completo del mismo en el marco de la organización.

Este ciclo abarca una serie de aspectos clave que van desde la adquisición de talento hasta el desarrollo del liderazgo y la gestión de expectativas y comienza mucho antes incluso de que un candidato pase a formar parte de la empresa. En muchas ocasiones, los aspirantes llegan a conclusiones acerca de la cultura empresarial y la forma de trabajar de una compañía antes incluso de comenzar el proceso de reclutamiento.

Con esto en mente, las empresas y los equipos de talent adquisition deben asegurarse que sus mensajes sean coherentes y estén alineados con su cultura durante todo el proceso de contratación, desde la atracción inicial hasta la entrevista y el proceso de integración del empleado. Las organizaciones que sobresalen en materia de reclutamiento y contratación de talento son aquellas que entienden que el proceso comienza mucho antes de la publicación de una vacante y está relacionado con la imagen que proyecta esa compañía y el interés que despierta.

Esta estrategia debe construirse en torno a dos aspectos fundamentales. El primero de ellos, es comprender la importancia de la marca y su visibilidad como empleador. Las organizaciones deben asegurarse de ser visibles para los candidatos que desean, si es necesario, a través de partners especializados en ello. Resulta esencial ofrecer una experiencia de empleado excepcional desde el primer día.

Por su parte, el desarrollo del liderazgo juega también un papel fundamental en la retención de talento. Los líderes deben contar con las habilidades y el conocimiento para involucrar, desarrollar y apoyar a sus equipos de manera efectiva. La capacidad de inspirar, motivar y movilizar al empleado, generando un impacto positivo en su rendimiento y en su satisfacción es una de las claves de los líderes actuales.

Para ello, las empresas deben formar, desarrollar y preparar a sus líderes, dotándolos de las habilidades y los comportamientos necesarios para gestionar el talento de forma efectiva. Las empresas deben apostar por un liderazgo multiplicador, que amplifique la inteligencia y la capacidad de los equipos, frente a un liderazgo disminuyente, que las restrinja y las limite.

En definitiva, retener y desarrollar el talento en las empresas es un desafío complejo y multidimensional. Se necesita una visión holística y sistémica del talento, que abarque todas las fases y los factores que influyen en su atracción, su retención y su desarrollo.

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