
Cerca del 10% de las gasolineras venden el diésel a un precio que está por debajo de la suma del coste de cotización del producto y los impuestos, lo que supone el 25% de las ventas totales de combustibles.
Una situación que se produce por la existencia de comercializadoras mayoristas que venden a algunas marcas a precios inferiores al mercado, pero que desaparecen cuando hay que pagar. Esta práctica fraudulenta, que el CEO de Cepsa Maarten Wetselaar calificó de "crimen organizado" en el IX Foro de Energía de elEconomista.es, supone que Hacienda deje de ingresar 1.000 millones por IVA. Urge poner coto a estas prácticas delictivas, que son ilegales y merman la recaudación y suponen una clara competencia desleal en el sector de las estaciones de servicio.